quien putas me case, es obvio que mi supuesto esposo sí que lo sabe, y parece que mejor de lo que imagine. Conoc
. No quiero levantar la cabeza y ver la mirada de reproche de Nicolás, ya piensa que soy una
tengas que
pocas personas con poder sobre mí para bajarme la autoestima y le odio un poco por
es u
ajada. Me lleno de valor para verle los ojos y no hay nada,
, póntelo y lúcelo y ya e
do. En otras circunstancias donde viniera de otra persona no dudaría en ponérmelo. Sin embar
. –D
Qu
alucinando con los destellos del diamante. Se me hace un nudo en
í lo
rte que pega con mi pecho, se lee
la espera en la sala de reunione
da un beso
tuyo que seguramente gasto u
nmigo, tal vez la idea me tuviera fantaseando. Le agarro
rlos, resacosos y no con mejor aspecto que yo. Algunos tienen sueros hidratan
el asco,
s en las mejillas. Aunque pude hablar esto solo con su coman
espués de darnos alcohol durante toda la noche. –
l. –Me elogia Kate con la
¿Ya Yen
ita Tom cruzando el pasil
os en la mesa cuadrada. Yo en la cabeza, Ye
r puesto en turismo del país a nada de haber abierto taquilla, consiguiente una racha de cinc
garabías que se dirigen a Yenefe
uestro buzón ha estado lleno de solicitudes para expandirnos al área de investi
e el crucero terminara. –Menciona Yenefer rev
yo tengo la teoria de que le gusta Yenefer vestid
os, solicito a Eva para retom
ordo lo cual le permitiría dar un paseo por las profundidades cu
señor Ferria. –Le señalo–. Ha solicitado los servicios de Reaven y como los únicos
Flor. –C
por lo que estoy en el deber de tener su con
s por un momento. Yenefer
sí que Yenefer, estamos a tu disp
nado en los años que lleva aquí. Me mira de soslayo, pero Nicolás elige el moment
al, no es ético de mi parte que me deje manosear frente a ellos. Le pateo las piernas, los za
o Fast
do. –Afirma Ye
r en tierra firme. Me llenan de orgullo siempre que zarpan y regresan encabezando la lista de los mejores y pasaje
o el plan y ruta de navegación. –Me dirijo a Yenefer que asiente–. Tom
ápido a
por su
Trabajaron toda la noc
un beso en la comisura de los labios– Un placer
l bloque cero. Yenefer no se mue
plica Nicolas apoyando los brazos cruzados en la m
s servicios
. –Reviso las carpetas con autorizaciones de embarque
s como un viajero normal. Pero quiero el piso de
ec
. Nicolás siempre con su afán de silencio y tranquilid
ó por correo para q
brir taquilla, la lista de espera está bastante extensa. Por cierto, Aprill, en el
empre esta alerta. Me duele que usen a lo
on. –Me da una carpe
n un agua negra que parece ser p
o de petróleo. ¿Qué clase de c
rroja la capeta con las
para ver en qu
necesitan
daba cuando mis servicios de bióloga marina cuando fueran requeridos, pero poco más. Aunque fuera un proyecto mío, contenía much
siento del asco. –Le da un gran trago al suero
. Como vomito cub
en el hombro
jada conti
ona. –Articulo con la vista clavada en la madera de la mesa. Me sentía muy decepci
de lo que pasaría en adelante seguía ahí, carcomiéndome lentamente como un parasito. Sentí la necesidad de contárselo a Nicolás, aunque solo fuera para que me diera un buen regaño. Sin embargo, eso
manos para Nicolas. Cuando la puerta se cerró detrás de ella, Nicolás me q
é ha
é cr
axilas. Sus labios toman los míos
en el
aplican dentro d
ui y a el no le puedo decir que no cuando mis ganas seguramente sobrepasan las suyas.Presiono uno de los botones del lado de ade
ria con la que él me recibe. Me toma de los muslos impulsándome hacia a
Gimo contra
al
mis bragas y me acaricia de arriba abajo. Curvo la espalda hacia el que aprovecha
dura un instante e intento s
no, po
recuerdos tan abrasadores y fulminantes como lo que los gemelos Ferria están creando en mi interior. Mi puesto de trabajo es mi pequeño refugio en contra de la tormenta que se desata fuera, haría todo porque nada afectara es
rucero. -Dijo sobre mis labios. Se
, un poco, pero era suficiente para que mis labios se
pu
ítoris húmedo de mi deseo por él. Se encargó de que estuviera bastante
a maldita jefa. –Masculla
vibrar en ese momento y tener mi mente lo bastante cla
as inmediatas que nece
ándome una y otra vez en su miembro. Nuestras bocas no encuentran punto de separac
roso llevarlo, que tocara mi piel. La sombra de otro hombre. Nicolás bombeaba con rápido y profundo,
gemidos y los de él que no se quedaban a
–Exijo s
dera fría de la mesa y sube mis piernas también. Quedo expuesta a que t
go, Aprill. No
clímax nos tomó a ambos con violentas contracciones. Mis músculos inte
ás se deja caer sobre mi cuerpo, des
o. Lo siento. Tengo
un gr
con tu amiga. Ocúpate de tus cosas importantes, al fin y
a así que controle mis impulsos y le permití sin articular palabra que se arreglara la ropa y se f
or y me limpié los muslos. Luego me acomode
seguía en mí. Mara estaba en su mesa cerca de mi despacho. Cua
di un espectáculo de sexo en la oficina que esperaba que la hiciera disfrutar cada que lo rec
os. No me respondió y tampoco insistí. Yo tampoco rogaba, estar conmigo era un jodido privilegio y si él no lo
cerque al gran ventanal que tenía vista al mar. Antes de tener a Gaia el mar lo fue todo para mí, mi carrera giraba en base a mi pasión. Hasta que conocí a Rea
gel bajado del cielo. La diferencia de personalidad no permitía que se pudiera hacer de la vista gorda. Aun así, seguía cayendo cada vez con más fuerza a sus exigencias y en algún punto simplemente deje d
e que se paseaba por mi mente, pero en lugar de eso, encontré el nombre de m
ué
liendo de dar clases de ballet y dirigirse a la casa d
aría en la quiebra,
me dices nada bueno no quiero al
que eso cambie. Aunque dep
s. Tiene el don de hablar sin parar durante horas. Todo lo opuesto a mi
y ya
l aeropuert
de de
ué aer
el Rafa
reactivo el alma en un instante. Están
para
vo un vest
a mi hija entre un
Debía adelantar mucho trabajo que ya había postergado, pero los m