img Lo que pasa en las Vegas se queda en el crucero  /  Capítulo 4 Señor N | 80.00%
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Historia

Capítulo 4 Señor N

Palabras:2352    |    Actualizado en: 10/01/2025

da en el suelo de la ducha mientras el agua corre por mi cuerpo. La barra libre en la fiesta d

por lo que me lo llevo a la cocina para ponerlo a cargar. Mara acostumbra a enviarme documentos que

s sale detrás de la encimera de la

y el que deje ver el cinturón de adonis tampoco lo va a

hable

s taburetes y apoyo la

be

rón hasta la mitad. Me lo tomo todo de un

el bloque cero? –Pregunt

pe en las sienes. Teclea algo mas en su telefono antes de levantar la vi

efa, puede

lo voy a

oy su familia que le gusta imponer su voluntad

o por construir, dias y noches sin descansos. –Me muerdo

terminarlo en al

e los ojos en blanco y me da la espalda

todo lo que enfrente, aun duele

rtancia de un habitad marino saludable y limpia tanto para animales y humanos, nunca llego a publicarla porque murió antes de incluso terminarla. Yo intente hacerlo por él, cumplir su

ro yo si avanzo y dejo atrás lo que ya paso y no puedo cambiar. -Mascull

. -Mi voz suena firme, aunque el mencionar

Nicolas ha mermado u

na taza con sopa de

avanzo y tú te quedas estancada

ocina. Me da un beso en e

n las sombras de un recuerdo, me aferro a eso, aunque sé que

taria para concretar una reunión con el bloque cero y quedo con el bloque M1

ntada dando pena o vam

e ovarios, animal. -M

en el culo cuando

Nicolás entra al vestidor cuando

n come

da conlas manos en los bolsillos

hermosa. –Le lanzo un beso–, pero

fetada es porque ten

. –Se encoge

lir, pero me retiene

parece m

color hasta la mitad de los muslos cubre justo lo que no quiero

e no se debe ver,

de sus grandes gafas de sol y enfunda sus manos

al recepcionista que muy sabia

día, s

camarógrafo en la polulando cerca que

dome a su cuerpo poniéndome la mano en la cintu

y el culo me van a colgar, voy a dis

udi negro que nos espera, una perio

ndo que no quiero mandarla a la

de sus próximos diez hijos. –Responde Nic

, pero su cara de sorpresa me demuestra que esta noticia

ra ya no está en mí. Retrata a Nicolás de frente que

lo, dale a la presan lo qu

la yugular a

os di

ta el fondo del asiento, echando humo por las orejas. Nicolás dice algunas cos

mierda haz

encia, ignorándome por complet

artículos a los periodistas.

ceño y m

informaci

o que no lo

ita en partes iguales y eso no es bueno. No debo olvi

no publique e

ovisor. Sus ojos negros me analizan por un mom

entamos eso, colocaron

lla y el que haya pedido que no se publicarán unas fotos mías ebria en una d

z, Chad. Lo prometo. -Lev

r hecho,

n. Me pone la mano en el muslo la cual aparto de un manotazo. Hacemos contacto visual y vuelve a ponerme la mano en el muslo, justo don

y periodistas por lo que tomamos el ascensor de

ara es un delito? –Comenta Nico

ecretaria no hace nada que n

lo que hablo, Aprill. Que trabaje los fines de

abordar en Margot y los correos de Mara y Yenefer con las

ápsula en su contrato y puede finiquitarla cuando quiera.

l desespero. Me gusta tener la cabeza metida en mis cosas, en un despacho que me hiciera sentir poderosa. Con

tud moderna

s manos para usarla cuando quieras.

ar frente a él. Levanto el mentón para alcanzarlo y lo beso. El desliza una mano hasta mi cadera y la otra hasta la coleta de caballo que llevo, suje

urmuro, alejandome y echan

-Asegura sin un apice de dud

encia de los míos que se sienten como galopes de caballos. Mis sentimientos se turban y choc

ncarle la ropa allí mismo y olvidarme de los ojos que nos observan desde las cámaras. Co

trasero que me hace dar dos

ueriendo darle una b

encoge de hombros. Da dos pasos p

ranquilidad. Aquí no hay

epente–. Le han dejado esto muy temprano en la mañana,

s de encaje negro en la mano. Nico

lo o dárselo a a

dejan los admiradores que mero

mposible no sonreír y pasar la yema del dedo por su rostro. Es una estampa de su padre, y por ende, del cretino de su tío. Enciendo la pantalla de mi portáti

ante y que usted querría tenerlo. No parec

la para que le de importancia a algo que no lo tiene. Pero

ám

colás de pie frente a la ventana qu

En el interior hay una carta

-Susurro.

odadas de Londres, pero esto sale de los límites que habría imaginado. Teniendo en cuenta mis estándares exorbitantes. Una delicada cadena de oro con un diamante rojo e

a observándolo más de

escritorio y vuel

dama, este diamante rojo simboliza tu fuerza, pasión y el pecado implacable que rodea tú m

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