colores sobre mi escritorio. Con eso supe que debía dar por terminado el trabajo. Lleva
culpe
golpeaban la puerta y vi q
Olga ¿Qu
venido a verlo; lo
; dile que me es
ersión del día y me puse de pi
por acá? ― le pregunté al tiempo que
con mi mejor amigo y ad
la terraza a beber un poco y charlar. Hacía mucho que no compartí
stituto? -preguntó Ramiro mientra
s que tienen notas muy bajas. Espero
problema con sus alumnos. ¡Ah! hablando de él, ayer me comuniqué y me dijo que su esposa aún sigue internada. Está bastante triste, porque el
ca he amado a nadie, así que no podría de
o Alexander. ¿Y qué paso con Miriam? ¿
mpo para amores y si se trata de mujeres, es solo para pasar el rato. No puedo
creo que ya es hora de que conozcas a una mujer. Necesitas a alg
Yo soy feliz así, haciendo mis cosas, invirtie
si te quieres morir solo y amarga
o. A lo mejor, tenía razón. Tenía todo en mi vida, era millonario, pero no tenía amor, por eso siem
*
on el tema nuevo, derivadas direccionales y derivadas parciales. La clase se estaba haciendo muy amena; eran muchas las manos que se levantaban para preguntar y sacarse dudas. Yo respondía a todas, pero había algo que no podía deja
s comenzaron a salir; instin
ams, esperé un s
mí; luego se acercó tímidame
ya que no vino la clase anterior. Estoy muy de
in iba a poder escuchar su voz y no
nceramente su materia e
Tenía una voz tan mágica y celestial, tan sencilla y encantadora, que quería q
a me miró a los ojos; los suyos, color miel, me volvían loco.
ar aprobar el
lo haga ― le respondí con unas ganas
uevamente y asintió con la cabeza. Era tan pero tan hermosa, que me hacía sen
nía apuro para reunirse con sus amigas. M
ensar más en Angelina; se suponía que era un hombre maduro que te
iba a destruir el cielo. Los directivos y encargados dieron la orden de que los estu
uscar el auto ya llovía y rápidamente me metí dentro; las gotas y el viento parecían que iban a romper mi parabrisas. En ese instante, mientras esperaba que el semáforo se pusiera en verde, pude observar
é del auto; corrí hacía donde estaba ella y le puse
hace pr
ué no se ha ido a su casa? ― le pregunté con
tuvo que salir a una reunión, y yo no
taba. ¿Cómo iba a dejar a esta muñequita sola
! ―estornud
entras prendía la c
nerviosa ― Sí puede alcanzarme hasta un
se ponía nerviosa; la ob
í, vi que la calle estaba cortada porque se había inundado. Tomé otro camino y sucedi
esperar a que pase un poco la t
uiere puede dejarme en algún lugar dond
an ti
sí se calienta un poco mientras
ra ropa seca así se cambiaba en el bar. Cuando se lo com
hace falta que le pida ropa a
a y ella me obs
mi chofer, me traerá algo de ropa de
ó un tanto
as, profesor ―
amé tenerla sentada a mi lado; era mi momento más feliz, au
audio me esperaba a unos pocos metros,
ias, C
nada,
del auto y rápidamente entramos al bar. Yo me senté en una mesa mientr
r sonreír como un idiota; ella se ac
o, profesor ― dijo mient
stado. Angelina tomó la taza con ambas manos como si la abra
io superior estaba lleno de espuma; se lo comenté y
a y le dije cas
tan her
? ― preguntó
", pensé para mis adentros. No sabía qué hacer; inmediatame
ste", y me dejó frio. Esa sonrisa me llenó completamente e
yo respiré; no sabía que iba a resp
más ― agregó luego, mientras observab
parece
o para ella, lo supe. Encontrarse con su profesor en un bar tomando un café con leche, no era algo que sucediera todos los días. F
nutos, regresó
me espera afuera. Grac
lina! La acompa
ente de mí para que no pudiera p
o una estrella fugaz desap