ro día, temprano, como siempre acostumbraba; preparé mis maletas, pedí que me
os detalles de lo que debía hacer en el instituto. Una vez dentro del jet, abrí mi computadora y me encontré con algunos mails de Ángelo
es de mi saco para estar más cóm
la R
jando a España? - me
o menos a eso de l
mo a eso de las ocho, así charlamos. Ángel
un rato, Ramiro- di
la ventanilla del avión y me perdía en mis pensamientos cotidianos, sobre mis negoci
es y blancos, una casa con unas escaleras majestuosas. Yo quería que mi hogar fuera la envida de todos; la soñaba así, con un jardín inmenso, un gran quincho que diera lugar a una infinita pileta. Quería que tuviera un living y cocina gigantes, y principalmente, que en
s tanto yo me quité los zapatos y el traje que llevaba puesto y me di una ducha caliente. M
o" me respondi
ía a la biblioteca y tomaba para leer uno de mis libros favor
iro― me dijo, mientras me de
le que
ñor. Con
lo? ― me preguntó Ramiro exten
sabes... viajo solo. Dime...
rsona más insensible del planeta y no veo la hora que l
e― le dije impaciente, mient
ó al lado de Ramiro el ca
dió que te diera estos papeles que son algunas nota
sí es -
iendo referencia a mi mal carácter y agregó― ¡Ah! Ese día debes hablar con Sofía, la coordinadora del instituto; ella te va a guiar en cu
― le dije y le di el
ito, son estudiantes; debes ayudarlos,
go que hacer; n
estamos viendo,
nte tomé mi café de las mañanas y marché para lo que sería el instituto del infierno. Sofía me recibió y me acompañó
remplazar a Ángelo en este mome
ún pro
ero pueda llevarse bien con los estudiantes
io, puedo prese
ora ― Entonces le pediré qu
lado en silencio,
re un
cede
a carpeta ― Esta es la lista de estudiant
..―dije de
, explicándoles la situación del cambio de docentes, ya q
zaran todo el tiempo en su vida cotidiana por lo tanto es de vital importancia que sean uno con los números. Conmigo no vas a hacer simples sumas y restas, aprenderán a plantear y resolver problemas que involucran funciones
e los estudiantes y cómo no; no era una mater
su respectiva unidad. Hoy vamos a comenzar con algo
é a la W, Williams Angelina, la última de la lista. Al verla, mi corazón se paralizó, comencé a notar algo que nunca había sentido y no comprendía qué era. Quedé perplejo ante es