en una habitación y una cama desconocidas pero sumamente cómodas. Un cabecero tap
os suelos sean los protagonistas el blanco de las paredes da esa sensación de amplitud, luminosidad y limpieza resaltando pequeños detalles como
do? –pregunté a la nada solo
el altar, vestida de blanco, frente a Killian. Desde el primer momento, él se muestra frío, arrogante y
e mi boda. De seguro los Lynch estaban criticándome por haberme desmayado. O peor, harían que Killian se divorcie de
lpe y entra Killian. Me sobresalto al conectar las miradas y enten
e, princesa? –di
que me da y sus fosas nasales dilatándose, supuse que s
e crees que eres, dando un show como ese en nuestra boda? Una boda que tu padre suplicó realizar. ¿
me pero cerré la boca cuando Killian se lanzó una Tablet sobre la cama donde a
ado... Muchos internautas especulan que pudo ser por los nervios de la boda, pues dicen que es normal antes de la boda no comer y solo tener agua... En cambio, se e
speculaciones y chismes de
ré que hagas el ridículo por segunda vez, Alessandra. –sentencia entre un grito contenido y la rabia
to, resistiéndome–. ¡D
tenía empleados por todos lados, hasta el guardaespaldas de Killian
es de acercarse a mí, dispuesto a tomarme por la fuerza. Lo más aterrador de la situación era esa mirada glacial ártico, que me hizo sentir cada segundo de aquella tortura psic
a noche en que lo conocí. Sí, se veía peligroso pero no irracional. Ahora forcej
Eres mía, y nadie te va a salvar –susur
conscientemente. Killian era el cazador de mirada hipnótica y oscura, tanto o más que la última vez que lo había visto. Ahora entendía ese aire de extranjero que tenía en su tez blanca y cabello rojito. Incluso con ese acento extraño
ompletamente la corbata y lanzándola a la cama. Su mirada
stúpido titular, haría a Killian estar más furioso si bajaba el precio de sus acciones y él
as? –Tragu
egundo... –dijo haciendo una pausa trágica y oscura
me encontraba en el lujoso estudio. Una habitación impregnada de un aire frío y dista
e sentó detrás de su escritorio moderno. Y luego estaba yo, nerviosa pero decidida, en el sofá de terciopelo rojo frente a él. El
rave. –Este contrato es crucial para nuestra unión
olo era un CEO millonario, sino también un hombre de control absoluto. El contrato detallaba mis dere
rrogante CEO no dejaría que fuera
imagen impecable en público. Su ropa, peinado y maq
ntos sociales y cenas de negocios sin quejarse. Además de ser vistos
luego de leerlos. –Pero este
o con total obviedad. Solo le fa
a sido firmado antes de nuestra bod
ja. Sonaba burlón de su parte y que por ello le intenté fulminar con la
rceros en su relación. La parte B debía ser fiel
y personales debían permanecer en privado. Nin
sabía de él,
Ahora léelo complet
parte B y su descendencia heredarían sus bienes de la p
an me ofrecería firmar nuevamente con alguna intención oscura. Podía ser que de buena gente me dejar
es simplemente arrojarlo a mi cara como co
los que suplantan la identidad de otros aunque sean sus propios h
viera ese pensamiento así que sonreí con la cabeza baja como una boba. Iba conoc
una ventaja que él poseía, una más. Entonces fue como poner una carta sobre la mesa, iba
e incumpla con los acuerdos, deberá abs
pagar la cantidad decidida por la parte B, así
cumplir con las demandas de la parte A o procede
te, procedí a leer el resto del contrato prematrimonial, tratan
rato y proceder a su divorcio en buenos términos. La custo
os, a pesar de su aparente buena voluntad, había hecho todo para que si yo era quien f
claré mi garganta e intenté que mi voz saliera con la mayor firmeza posible. –K
to de hadas, Alessandra. Este pacto asegura la posi
que tenía en papel. Killian extendió un bolígrafo delante de mis ojos, como si es
a. El papel crujía bajo la presión de la firma. El contrato esta
rme del amor, incluso del cariño entre pareja. Con este insufri