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Historia

Capítulo 4 LLEGANDO AL PÁRAMO

Palabras:1174    |    Actualizado en: 10/09/2023

con pollo que había comprado antes de llegar al aeropuerto. Poco después, la niña volvió a do

ón había aterrizado cuando sinti

jos. Llegamos, y debemos bajar del avión, aunqu

res de Jennie eran muy selectivos cuando se trataba de quién compartiría el m

l taxi las es

pero, como no quería volver a dormir, prefirió mirar por la ventana, ansiosa de observar el camino que la llevaría hasta ese extraño lugar al cual se dirigían. El ama de llaves se había quedado silencio

le preguntó a

es un

legar a la casa tenemos que recorrer unas cinco millas a través del páramo. Sin embargo, p

ocados a ambos lados del taxi. Luego de abandonar el aeropuerto, habían cruzado un pequeño pueblo en el que se distinguían las luces. Pronto pasaron frente a la iglesia y la casa parroquial y cruzaron una o dos tiendas cuyos escaparat

és, incluso los árboles desaparecieron de la vista. Como Jennie no percibía nada, excepto la densa oscuridad qu

llegamos al páramo –

ierto entre matorrales y pequeños arbustos, y que su superficie se extendiera hacia el

eguntó Jennie un poco confundida

a de llaves–. A lo lejos hay

viera en medio del mar; al menos s

para muchas personas este lugar es muy hermoso, especialmente por el frailejón, es una planta muy importante para l

años sonidos. El camino subía y bajaba y en varias ocasiones el coche cruzó pequeños puentes bajo los cuales corría el agua vertiginosamente, Jennie tenía l

o y frío –se dijo, apretando

loma, vieron una luz. El ama de lla

or recorrer antes de llegar a la casa. El camino de entrada estaba bordeado de altos ár

ensa casa no muy alta, que parecía extenderse alrededor de un patio de cemento. En un comienzo, Jennie pensó

era en forma de arco, de

niña se veía más pequeña que nunca

o esperaba cerca del emple

ción –le dijo a la señora López–. De

–contestó el ama de ll

ara tí. Es un gusto, soy Tomás Enrique, pero

es –hizo una pequeña

ima que el señor Alberto no pueda verla

padres? –preguntó emocionada, n

e digo que llegaste prime

–quedó

tú, pero tranquila, estarán

sadizo, subir unos peldaños y atravesar varios corredores, llegó ante una puerta abierta. Adentr

s le dijo sin n

que sigue son el lugar donde usted vivirá.

le algo y fue interrumpida por la señora López,

la Gran Mansión de su Tío Alberto, nunca

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