vacía por dentro. Aunque sabía cuidarse por sí misma no podía estar sola, ya que estaba acostumbrada a tener mucha gente a su alrededor en la alegría del hogar. Como era una niña mad
si en la casa en la que se que
s o menos de la misma edad que ella, los tres varones. Esos niños jugaban siempre. Además, a Jennie le gustaba pasear por la granja, ver a los animales, leer libros en la sombra de un árbol y enseñarle a los hijos del granjero sus historias. Se sentía tranquila de estar en aquellas bellas montañas, también le agradaba mucho la esposa de Aarón, llamada Beatriz, la cual disfrutaba ver cómo Jennie vivía cada nueva e
ecir que la llevarían a Mérida a casa de su tío Alberto García. La noticia la dejó un poco confusa, porque aunque sabía que iría a Mér
montañas –dijo el niño, llamado Felipe–. No recibe visitas y tam
y amargado no me preocupa, pasaremos poco tiempo allí de todos modos, pero aún así no puedo evitar desilusionarme un
Hasta que llegó el día de su viaje, Aarón y su familia se mostraron cariños
e bendiga! Espero que disfrutes el paisaje, Mé
ada escenario por usted –le
–se despidieron los tres niños h
na bonita experiencia aquí en su linda gr
a una camioneta y Jennie viajaría con ella hasta el aeropuerto, cuando estaban a
tus historias, ¡me encantaría que la p
divirtió s
o, pero tienes razón, ¡podría hace
e Jennie no entendió bien a qu
argo viaje, al principio, Jennie admiraba
todo, me gusta ver l
ella disfrutaba la compañía y como a la pequeña le fascinaba
rece si fre
a el viaje? –pregu
nadamás, me siento maread
y conversaron mientras caminaba
e mareado así...–Jen
reado al ver televisión? –la esposa del granjero
todo menos
as viajado, vas a ver que un rato m
ña miró hacia arriba para verla, le pareció muy bonita, estaba d
s waffles con fresas y chocolate pa
vidad, y estaba bien, pues er
reos, será un viaje muy largo, por eso pedí bebidas frías
te, y se rió suavemente,
Beatriz ya no se sentía tan m
e un larg
garon al a
llegó nuestro viaje
mío! –respondió d
á la señora López la que te acompañará ha
es ella? –pregun
tío –luego bajo la voz–, di
preocupó
Tú te portas muy bien, no
tragó
ncuentres con tu
racias p