Amor Por Conveniencia

Punto de vista de Lucía Salvatore.

Estaba en mi habitación viendo la tele y de pronto escuche como los cristales de mis ventanas se rompieron en mil pedazos, vi que todo se nublo, haciendo se confuso todo a mi alrededor.

Cuando recupere la conciencia me encontraba sentada sobre una silla de acero inoxidable frente a una mesa de igual material, la habitación era oscura apenas con una lámpara sobre mi, la lámpara iluminaba a medias el lugar donde me encontraba, ambas manos las tenia esposadas, no sabía si se trata de una tortura o la negligencia jurídica de este país, ya que aún nadie había llegado a interrogar me, miraba mi reloj constantemente habían pasado más de 40 minutos que estaba detenida sin razón alguna, un grupo élite con las caras cubiertas me sacaron de mi departamento en el centro del D.F. (Distrito Federal) con los ojos vendados.

Tenía sed y ganas de hacer pis me encontraba tomandome unas cervecitas antes de que los idiotas entraran por la ventana, lo más curioso es que por mi negocios invierto mucho en mi seguridad, al menos 3 anillos de seguridad cuidaban de mi vida, ¿Que rayos habrá pasado con ellos?

Una hora más tarde...

-¡Maldición! -exclamé al escuchar el sonido de mi orine, no pasaron menos de cinco segundos para sentir el calor mientras el orine caía sobre mi piel

Sentí una impotencia incontrolable en ese momento todo el lugar fue iluminado por luces LED. Allí pude ver que las paredes estaban conformadas por una lámina blanca a la mitad y cristales que cumplian con la función de espejos o ventanas.

¿Dónde estaré? Lo primero que recuerdo es que al llegar a este lugar me quité una venda que cubría mis ojos, entonces ví un traje naranja bien doblado, sobre la mesa donde descansan mis brazos, la desesperación comenzó a apoderarse de mí ya que no sabía si me encontraba en algún agujero de la marina mexica o en el camarote de un submarino nuclear.

¿A quien se le ocurre retener a la presidenta del banco central de México? Me levanté de dónde me hallaba y comencé a caminar por todo el lugar, me fijé que no existía una puerta de salida ni entrada, extrañamente tampoco escuche abrir ni cerrar ninguna puerta cuando me trajeron con los ojos vendados a este lugar.

Fue entonces cuando una de las paredes se abrió y cerró de nuevo como si se tratase de una caja gigante, antes de cerrar entró un hombre caminando en dirección hacía mí, caucásico, con una estatura de 1 metro con 80 centímetros, vestía con smoking negro, pantalón negro, camisa blanca, corbata negra y zapatos negros, su cara era robusta y atractiva tenía ojos verdes color aceituna y cabello marrón claro que terminaba dónde comenzaba su sexi barba muy bien cortada, se acercó a mi lanzó una carpeta en la mesa que tenía un distintivo con forma rectangular sobre ella, este tenía escrita la palabra "INTERPOL"

-Disculpe por la espera Señorita Lucía Salvatore, -no podía creer lo que escuchaban mis oídos.

-¿Como me dijo?

-Lucía Salvatore -aunque el apuesto caballero hablaba muy bien el español sin duda su acento era italiano si mas no recuerdo específicamente de Génova.

-¿Puedo decirme en dónde me encuentro? -pregunte sentanda en la silla muerta de la vergüenza para que este no se diera cuenta que me había hecho pis en mi ropa.

-Señorita Salvatore, usted se encuentra en una oficina de la marina de méxico.

-Mire señor agente le voy a pedir un favor llámame por mi nombre, dejé de llamarme Salvatore, que ese no es mi nombre.

Apenas le dije esto, aquel caballero miró su reloj y cambió su actitud, podía notarse que estaba muy molesto por mí comentario su cara se podía observar colorada.

-¡Non voglio il gioco! -hablo en italiano cómo era de esperarse.

"Traducción: ¡No quiero juegos!"

-Tomando en cuenta las medidas exactas el concejo de seguridad de los Estados Unidos de Norte América solicitó su captura y extradición inmediata -El hombre me señaló y tiró sobre la mesa un espediente donde me encontraba la carpeta identificada con el nombre de INTERPOL.

-¿Qué quiere decir con eso señor agente? Yo soy la presidenta del Banco Central de México.

-¡Quiero decirle! Señorita Lucía Salvatore, que si usted no colabora ahora mismo y sigue fingiendo ser otra persona yo personalmente la voy a subir en el avión y la llevaré a los Estados Unidos de Norteamérica.

-Señor agente quien no la debe no la teme, lléveme a dónde a usted mejor le parezca, exijo mis derechos, quiero a un abogado y quiero levantar cargos por secuestro, tortura e invasión a la propiedad privada.

Mis palabras hicieron enojar más aún al agente este tomó el espediente el cual había colocado sobre la mesa y sacó de allí: partidas de nacimiento, licencias de conducir, tarjetas bancarias, pagó de aseguradoras que me vinculaban con mi vida pasadas.

＞＞Esperanza Martínez, mujer mexicana oriunda de Michoacán 34 años, administradora, publicista y CEO de inversiones The-Live además de ser la Presidenta del Banco Central de México, Winner Pave, estadounidense oriunda de Dellauer, Abogado, Inversionista y CEO de Social-investigation, Mony Bonacies Italiana, de Pescara, autodidacta, CEO de la compañía pesquera más gran de Europa, teniendo tantos nombres ¿Como le llamo?

Al parecer estaba perdida mi hermosa sonrisa y silueta escultural no podrían sacarme de esto, ni mi inteligencia, ni mis contactos podían localizarme en este hueco, éramos magneto y yo como la película de X Men, en la prisión de plástico.

-¿Le parece que es muy inteligente guardar silencio? , ¿Le parece que es lo ideal para salir se de esté gran problema en el que está metida? -el italiano gritaba y su rostro se tornaba aún más colorado-. Ahora la llamaré por su primer nombre Lucía Salvatore, hija de un italiano de Génova y una mujer oriunda de Valencia Venezuela.

-Por favor llame al Secretario de Seguridad Nacional y Presidente de México, esto son asuntos de seguridad nacional.

Mis palabras eran motivo de risas para el idiota que me acusaba.

-¿Acaso crees que soy un idiota? Esperanza Martínez, cómo te haces llamar en México, no tienes idea de lo difícil que fue aislarte, se que mantuviste una relación por más de un año al Secretario de Seguridad, se que eras amante del Presidente de México, además estoy seguro de que eres la moza del jefe del cartel de Sinaloa.

-¡Entonces! , ¿El presidente de México y Secretario de Seguridad no saben que ustedes me tienen aquí detenida?

-¡No! Y se van a enterar en el momento que estés viajando en un avión a USA.

-¡Mira idiota! Esta vaina es ilegal ¡Entonces!l Si el señor presidente se entera que están actuando a sus espaldas te van a hechar de México a tí y a toda tu cuerda de pendejados para siempre. -Escupí al agente.

Este me abofeteo de inmediato

-Deje las amenazas ¿Acaso crees que estas en condiciones de hacerlo? , ¿Por qué no hacemos algo muy sencillo? Yo me voy por un rato, le dejo sola, usted medita, ve este lugar tan hermoso, y yo vuelvo en un rato sí usted me propone un buen trato quizás lleguemos a un acuerdo justo.

Continuará...