/0/7392/coverbig.jpg?v=231f0df7bbb759fda5fde3858fe372a5)
Me llamo Amelia, y hace un año me enamoré perdidamente de Daniel, un chico que me cautivó y me hizo vivir la mejor de las historias de amor, pero también la decepción más grande que una chica puede pasar: una violación. Y hoy, a pesar del tiempo no logro recuperarme del dolor que me causó, haciendo casi imposible que me fije algún chico. Hasta que llegan los hermanos O'Pherer, Gabriel y Rámses, con sus rostros atractivos, sus sensuales acentos extranjeros, sus músculos definidos y siendo tan distintos como el agua y el aceite. Rámses, es un francés de pocas palabras, a simple vista pedante, reservado y con un pasado problemático, seguro de esos que arrastran a los que se acercan a su vórtice. Gabriel, en cambio, es un portugués atractivo, dulce, carismático, simpático y con todos los atributos que me hacen suspirar y que prometen hacerme creer una vez más en el amor. Decir que el me gusta es poco. Solo hay un pequeño problema, a mi me gusta Gabriel el novio de mi mejor y única amiga y yo le gusto a Rámses, su hermano y mi mejor amigo. Y como si eso no fuese suficiente, Daniel insiste en regresar a mi vida. No se apresuren a juzgar la portada, ni siquiera esta sinopsis, porque nadie sabe lo que oculta un corazón. Nadie sabe lo que oculta el mío
-¿Lo ves?
-No aún no. Espera. Si, allí está. ¡Oh Dios es tan bello! Tu turno- anunció mi mejor amiga Marypaz, o Pacita como me gustaba llamarla, bajándose del pupitre roto que precariamente usábamos para asomarnos por las ventanas altas del laboratorio sin uso de manualidades.
Como ya era rutina para nosotras, aprovechábamos cualquier hora libre que tuviésemos para irnos a ese salón abandonado a pasar el tiempo. Pero cuando descubrimos que las ventanas daban justo a la cancha donde los chicos practicaban voleibol, nos dedicábamos ahora a espiarlos y suspirar en secreto por ellos.
Malditas hormonas que nos hacen hacer cosas ridículas.
-¿Por qué tiene que ser tan sexy?. Virgen santísima, se quitó la camisa-exclamé aferrándome al marco de la ventana como si pudiese verlo más de cerca
-¿Qué? Déjame ver-dijo Pacita, subiéndose a mi lado en el pupitre maltrecho.
Un ruido sordo embargó la vacía aula cuando nos desplomamos en el piso en un revoltijo de manos, piernas y pedazos de madera. Por suerte no salimos lastimadas. Nos comenzamos a reír aun sobándonos y no paramos de hacerlo hasta que regresamos al salón para iniciar las clases.
-Necesitamos buscar otro pupitre-dijo sentándose con una pequeña mueca de dolor
-Necesitamos una vida-la corregí, mientras me sentaba de lado en mi asiento, mi nalga derecha había recibido todo el impacto. Gracias a Dios que tenía nalgas suficientes para recibirlo.
-Buenos días alumnos-dijo nuestra profesora de historia universal, entrando al salón- Hoy teníamos un examen, pero lo tendré que suspender hasta la próxima semana.
La clase estalló en gritos de alegría, creo que fui la única que me lamenté en silencio. Había invertido el fin de semana estudiando.
-No se alegren mucho. Hoy se integrarán dos nuevos estudiantes que necesitaran ayuda para ponerse al día. Así que Maggio y Flores-dijo usando nuestros apellidos- quiero que los ayuden a ponerse al día.
Cualquier otra persona se hubiese sorprendido o quejado, pero en nuestro caso estábamos felices así que aceptamos complacidas. Las dos teníamos los promedios más altos del instituto y no era la primera vez que ayudábamos a algún compañero en una clase. Bueno en realidad si era la primera vez para Marypaz, ella era muy tímida y le costaba interactuar con cualquier persona, más con el sexo opuesto, le gustase o no, fuese atractivo o no. Yo en cambio era tan solo un poco menos tímida y aunque me llevaba bien con la mayoría, tampoco era monedita de oro para caerle bien a todos y todos tampoco me caían bien a mí.
-Oh, aquí están-dijo la profesora-. Él es Gabriel-dijo la profesora señalando a chico de piel pálida con cabello castaño claro peinado con perfección hacia un lado, ojos caramelos y una amplia sonrisa que entró al salón con paso seguro. Fue inevitable que todas las féminas del salón sonriéramos como idiotas-. Y él es Ramsés-. El cuchicheo que había empezado en cuanto vieron a Gabriel, frenaron de forma brusca.
-E Rámses- Es Rámses- respondió con cierta prepotencia y cansancio en otro idioma. Era alto, con el cabello castaño oscuro y bastante largo. Cejas gruesas y pobladas que resaltaban el color caramelo de sus ojos haciéndolos lucir más claro de lo que ya eran.
-¿Quieren presentarse a la clase?- Rámses no emitió ninguna expresión en su rostro.
- Olá, meu nome é Gabriel O'Pherer Dusaillant e ele é meu irmão Ramses. Nós somos de Portugal e temos pouco tempo no país- Hola, mi nombre es Gabriel O'Pherer Dusaillant y él es mi hermano Ramses. Somos de Portugal y tenemos poco tiempo en el país - ante la mirada de confusión de la mayoría de la clase, Gabriel corrigió-. Lo lamento. Yo soy Gabriel O'Pherer Dusaillant y él es Rámses mi hermano, somos de Portugal y llegamos hace poco.
-Muy bien-dijo la profesora con la típica cara que indicaba que los haría pasar por la tortura de interrogarlos en frente de la clase-. Cuéntanos más de ustedes. ¿Hablan otros idiomas?
- Cette suce – esto es una mierda-refunfuñó muy bajito Rámses cruzando los brazos sobre su pecho.
Llevaba una camisa manga negra debajo de la camisa blanca del uniforme. No llevaba la chaqueta azul marina y ni siquiera había rastro de la corbata a juego que debía usar. Su hermano, en cambio, estaba vestido de punta en blanco luciendo como el próximo modelo institucional, ya casi podía verlo en el afiche del instituto.
-Está bem- Está bien-dijo Gabriel sin lucir ni siquiera apenado-. Tenemos 17 años y hablamos español, inglés, portugués et français- dijo cada idioma en el acento respectivo y juro que escuché algunos suspiros cuando dijo «y francés».
La profesora lucía impresionada y cuando se disponía a seguir con el interrogatorio Rámses giró los ojos y entró al salón, sentándose en el último de los asientos, justo al lado mío. Gabriel en cambio le dio las gracias a la profesora con esa adorable sonrisa que tenía y caminó hasta sentarse en el asiento frente a su hermano.
Me giré para ver a Marypaz a mi otro lado. Sus mejillas de un rojo intenso y con la mirada clavada en el libro.
-Bueno chicos, la directora Elvira me pidió que les asignara tutoras para que puedan ponerse al día de estos tres meses de clases. Así que Amelia y Marypaz los ayudaran-les informó señalándonos mientras yo alzaba la para saludarlos con repentina timidez, pero fue cuando Gabriel me miró y sonrió, que mis mejillas estallaron tan rojas como las que le había visto a Marypaz segundos antes.
***
-Te digo que lo amo- me dijo Marypaz cuando las clases terminaron y mientras estábamos sentadas sobre el mesón del aula abandonada-. ¿Lo escuchaste hablando en francés?-y largó un eterno, sonoro y melodramático suspiro.
-Lo escuché y elevó a otro nivel lo sexy. Pero que hermano más distinto, ¿no?-respondí continuando con mi almuerzo.
Según lo que habíamos averiguado desde que entraron al salón hasta este momento, su padre era diplomático y había sido transferido a nuestro país. Por esos continuos viajes era que habían aprendido todos esos idiomas.
-Yo escuché que Ramsés fue expulsado de su antiguo instituto por golpear a un chico hasta mandarlo al hospital y que estaba drogado y borracho cuando lo hizo-dijo Marypaz casi susurrando, como si alguien nos pudiese escuchar.
-Suena demasiado rebuscado, ¿no crees?
-Cuando el rio suena es porque piedras trae- me respondió
-Bien-dije cambiando el tema mientras limpiaba mis manos-¿Cómo haremos lo de la tutoría?
-Tú ayudas a Ramsés y yo a Gabriel.
-E Rámses-dije imitando su acento robándole carcajadas a Marypaz. Cuando se calmó proseguí en mi propia voz-. En realidad pensé que yo podría ayudar a Gabriel
Mis mejillas me traicionaron y mi mejor amiga me descubrió.
-¡Te gusta también!-dijo divertida e incluso alegre-. Esto es genial.
-Nos gusta la misma persona, es una catástrofe.
-No lo es-porfió-, porque ahora podremos sufrir de desamor juntas.
-Hablas como si alguna vez hubiésemos sido correspondidas-rodé mis ojos en respuesta aunque me contagié de su alegría.
-Pero no puedo enseñarle a Rámses-dijo exagerando su pronunciación- me intimida demasiado. Por favor, por favorcito Mia, por fis-rogó con tanta insistencia, usando el diminutivo que usaba mi familia-. ¡Tengo una excelente idea! Propongamos la tutoría al mismo tiempo. Así podemos pasar tiempo con Gabriel y rehuirle a Rámses al mismo tiempo.
-Bueno Marypaz, por fin usas esa cabecita tuya para algo más que esas coletas-dije burlona, ganándome un merecido empujón-.
-Chicas-dijo la directora Elvira pegándonos un susto de muerte-. Sabían que estaban aquí, pero ¿Cuántas veces les he dicho que este salón esta fuera de los límites?
-Lo lamentamos tía-dijo Marypaz mostrando su labio inferior en un clásico puchero-pero es nuestro pequeño santuario.
-Bueno ahora será santuario y salón de tutorías-dijo al tiempo que daba paso a Gabriel y Rámses al aula.
Amelia contó su historia, pero ahora conoceremos todas las curiosidades de los personajes, nos adentraremos en la cabeza de cada uno de ellos, veremos como piensan, sabremos algunas de sus historias y secretos.
Amelia vivió una violación traumática, ahora veremos la historia de todos sus amigos y familiares, sus pensamientos, sus reacciones. ¿Qué pasó por la cabeza de Rámses cuando se enteró? ¿Qué tan enamorado está Gabriel de Amelia? ¿Como llevan la paternidad Fernando, Mike y Hayden?. Aquí leeremos lo que se esconde en los corazones de ellos, en sus acciones, en sus palabras. Leeremos el interior de cada persona que participa en esta historia y como Amelia los transforma, los hace evolucionar. Veremos a través de sus ojos el crecimiento de Amelia
Amelia contó su historia, pero es hora de que conozcamos el punto de vista del resto de los personajes. ¿Qué sintió Rámses? ¿Qué pensó Fernando? ¿Qué pasaba dentro del corazón de Gabriel?.
Me llamo Amelia Maggio y hace tres años mi vida cambió drásticamente cuando decidí irme de casa, huir de un padrastro que me violó y de una mamá tan loca como él. Me recibió una maravillosa familia, los O'Pherer, y atraje hasta ellos mis problemas, pero me ayudaron a sobrellevar esas cargas y lucharon conmigo. Pero las vicisitudes de la vida no pararon de llegar a mi, aunque quisiera dejar atrás mi pasado. Ahora debo batallar para reunir nuevamente a mi familia, arrancarlos de las garras del rencor y que me ayuden a salvar Hayden antes de que sea demasiado tarde; todo esto mientras debo decidir qué hacer con las dos nuevas vidas que se forman: una en mi interior, fruto de mi amor con Rámses; y otra en el interior de mi madre, fruto de su locura y la de mi padrastro violador. La vida avanza y pasa rápidamente, las decisiones que debo tomar traerán consecuencias para mí y todos los que me rodean. La vida tiene un principio y un fin, y este es el final de mi historia. No se apresuren a juzgar la portada, ni siquiera esta sinopsis, porque nadie sabe lo que mi corazón oculta ni toda la transformación que me espera.
Me llamo Amelia Maggio y hace casi dos años mi padrastro me violó. Pensé que lo había podido dejar en el pasado, pero entonces descubrí que mi mamá está tan loca como él. Esa experiencia pudo haber acabado con cualquiera, pero yo contaba con una formidable familia, los O'Pherer, quienes no solo me aceptaron como una integrante más de su familia, sino que me han cuidado y protegido desde entones. Fernando, Mike y Hayden se han convertido en mis tutores, los padres que siempre deseé y que no tuve, ellos me apoyarán a lo largo del juicio que inicié contra mi padrastro y me ayudaran a hacer frente a todas las sorpresas que la vida me depara. Mi novio, Rámses O'Pherer es un francés obsesivo, acosador y un tanto gruñón, aunque eso es lo que el mundo mira, yo conozco a su mejor versión, una dulce, amable, cariñosa y divertida. Se ganó su lugar en mi corazón entre cada rechazo que le di y mis intentos de friendozonearlo a como diese lugar. Mi cuñado, Gabriel O'Pherer, es un portugués divertido, sonriente y con más instintos suicidas que ganas de vivir. Es mi mejor amigo y también mi compañero de departamento. Mientras Gabriel estudia Derecho en Harvard, Rámses y yo batallamos en ciudades distintas en cursos universitarios que nos permitirán ingresar a la universidad; pero la verdadera lucha es la distancia entre nosotros y la presión de los estudios, en especial los de Rámses, que tienen mayor exigencia y que están llevando su cuerpo y mente al límite. Las cosas nunca son como parecen, ni siquiera la solidez de nuestra relación. No se apresuren a juzgar la portada, ni siquiera esta sinopsis, porque nadie sabe lo que oculta un corazón. Nadie sabe lo que oculta el de Rámses, ni siquiera yo.
¿Qué pasaría si despertaras de una espantosa pesadilla recurrente, siendo el centro de un ritual que tu familia hace a escondidas? A lo largo de su vida Samantha había creído ser una adolescente corriente e incluso estereotipada, pero después de aquella noche su familia no tuvo más opción que explicarle quién era en verdad: una persona con gran energía interna capaz de manipularla a su antojo. Con la idea de normalidad esfumándose en un mundo que se ponía de cabezas, Samantha debe ser fuerte y luchar para pasar inadvertida pues esa será la única forma de resguardar a su familia y a ella misma de aquellos que se hacen llamar sus amigos y protectores.
Elena, antes una heredera mimada, lo perdió todo de repente cuando la verdadera hija le tendió una trampa; su prometido la ridiculizó y sus padres adoptivos la echaron. Todos querían verla caer, pero ella desveló su verdadera identidad: heredera de una inmensa fortuna, famosa hacker, top diseñadora de joyas, autora secreta y doctora talentosa. Horrorizados por su glorioso regreso, sus padres adoptivos le exigieron la mitad de su nueva fortuna. Elena denunció su crueldad y se negó. Su ex le suplicó una segunda oportunidad, pero ella se burló: "¿Crees que te lo mereces?". Entonces, un poderoso magnate le propuso amablemente: "¿Puedes casarte conmigo?".
Nada es lo que tu esperas, todo puede ir perfecto en tu vida y luego da un giro de siento ochenta grados haciendo que tu pequeño e insignificante mundo mejore o empeore No supe que hacer cuando caí en la cuenta que perdia lentamente la cordura por esos seis hermanos; ignorando de su existencia y sus vidas siendo los mas populares de Ntaibo y a pesar de su incansable mencion en cada recóndito del mundo, su apellido tenia un gran peso y reconocimiento ¿y yo?, yo los ignoraba por completo... Pero esa mañana, todo cambio para mi... Jamas paso por mi mente que todo cambiaria cuando conocí poco a poco a tres de los Hilxmam, pero el que me termino llevando hasta a ellos, Hatson Hilxman; luego de eso todo cambio en mi vida, nada fue igual y menos cando conocí a los otros cinco Pedantes, engreídos, creyéndose que todos tienen que estar a sus pies solo por su apellido, pero a la vez... Tiernos, cariñosos, los únicos capaces de hacerme ver las estrellas y tocar la luna llena sin llevarme al espacio Ellos me llevaron al cielo, me hicieron ver las estrellas y colocaron la luna en mis manos, y de la misma manera me bajaron al infierno y me dejaron arder en el... Es extraño ver como tu vida da tantas vueltas y llegas al punto de no querer continuar, pero hay algo bueno cuando por fin tocas fondo; ya no puedes hundirte mas y solo se te presentan dos opciones -Morir en ese asqueroso hoyo en el que caíste o escalar hasta llegar nuevamente a la superficie y segir escalando a la cima... Y yo decidi subir luego de todo lo que habia pasado Estaba harta de ser yo la unica afectada en todo esto y que ellos siguieran con sus pedantes vidas como si nada * Borrador, con algunas incoerencias, errores ortograficos y demas. portada echa por mi
Janice, la heredera legítima olvidada hace tiempo, se abrió camino de vuelta a su familia, volcándose en ganarse sus corazones. Sin embargo, tuvo que renunciar a su propia identidad, sus credenciales académicas y sus obras creativas en favor de su hermana adoptiva. A cambio de sus sacrificios, no encontró calor, sino un mayor abandono. Decidida, Janice juró cortar todo vínculo emocional con ellos. Tras quitarse la máscara, ahora era conocida como maestra en artes marciales, experta médica y célebre diseñadora que sabe ocho idiomas. Con una nueva determinación, declaró: "A partir de hoy, nadie de esta familia se cruzará conmigo".
-Nuestro amor nos llevará a terminar como Romeo y Julieta. - ¿Juntos? - ¡No! Muertos. -Tú siempre tan romántica. -Y tú, tan estúpido. -Ya hablo doña perfecta. -Aunque te cueste reconocerlo, así que no pienso seguir perdiendo mi tiempo contigo. Me retiro antes de que se me pegue lo malo, con permiso joven Sanz. -Hasta nunca B-R-U-J-A fea. Espero que choques en tu escoba voladora y te destroces el rostro para no volverte a ver la cara de mustia amargada que tienes. -Qué tus buenos deseos se te multipliquen insecto -grito la chica al salir corriendo de la casa para tratar de llegar lo más pronto a la parada y alcanzar el último autobús que la llevaría de regreso a la Universidad de Barcelona, donde estudiaba. Esto era tan solo una pequeña pelea a la que se tenía que enfrentar cada vez que se encontraban en la residencia de la familia Sanz o donde coincidieran, en donde había sido contratada como niñera del menor de los hijos de la familia. - ¿Podrás algún día dejar tranquila a "Mi Vale"? Sigue por ese camino y me voy a asegurar que papá te quite todas las tarjetas, congelé todas tus cuentas y de pasada te ponga a trabajar para que dejes de estar molestando a mi chica. - ¡Mocoso! Nadie pregunto tu opinión, ¡Cuidado y abres la boca o me desquitaré contigo! Deberías de estar de mi lado y no de un espantapájaros como ese que no es parte de tu familia y a duras penas conoces. -Mira, quien habla, el chico más estúpido que puede existir en toda la ciudad, si no fuera por tu cara bonita, nadie se fijaría en ti. Te aseguro que en esa cabeza no hay ni gota de masa encefálica de la cual puedas presumir como ella. - ¡Basta! Lárgate a tú cuarto o voy a acabar contigo en menos de un segundo. - ¡Huy! Ya se enojó el niño bonito. Te estaré vigilando, no vuelvas a molestar a Vale. Si ella se marcha por tu culpa, me aseguraré de cumplir todo lo que te he dicho y sabes que no bromeo HER-MA-NI-TO. ¿Quién se atrevía a desafiarlo de esa manera? ¡Claro!, otro Sanz, uno que por lo menos conocía el amor y respeto a las personas sin importar su clase social o personalidad. Para este chico todas las personas eran iguales, hasta que demostraran lo contrario.
¿Qué sucede cuando un poderoso CEO en el mundo de la moda se ve obligado a casarse con una mujer de una familia humilde, en comparación con su origen familiar de alta estima, en contra de su deseo? ¿Qué sucede cuando su marido descubre su talento oculto? ¿Comenzará a enamorarse de ella lentamente? Lee esta intrigante novela para descubrir todas las respuestas que tienes a tus preguntas ocultas.