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¿Qué pasa cuando el amor más puro que has sentido por alguien es destruido con engaños?, o ¿cuándo la fina línea entre la verdad y la mentira se hacen inexistentes? Fernando Alcántara deberá descubrirlo dejando de lado el miedo y el rencor que le provoca haberse sentido estafado por Loreley, la única mujer que, con su temperamento fuerte y dulzura, ha logrado enamorarlo. Aunque la odia, no está dispuesto a perderla, y se valdrá de todas las armas que posee para obligarla a estar a su lado.
Fernando Alcántara es el playboy más cotizado de México, su capacidad para embaucar mujeres y llevarlas a la cama lo hacen el soltero más cotizado y buscado por féminas que desean pasar un buen rato probando suerte con el millonario.
Acostumbrado a derrochar en grande como el desvergonzado que le vale un comino lo que diga su padre, crea un gran alboroto en su propio casino. Su padre cansado de que su heredero no sea capaz de mantener la buena reputación de la familia y siga siendo la comidilla de la alta sociedad y el centro de atención de los paparazzi; le da un ultimátum...: -toma el control de la vicepresidencia de la empresa, o lo deshereda y deja a cargo de esta al jefe corporativo.
Enfadado por la coacción de su progenitor; decide casarse sabiendo que si contraía matrimonio con una mujer de inferior estatus al suyo, la junta directiva no aceptaría que él tomara el liderazgo de la empresa, pero su locura no le salió tan bien como esperaba, ya que la mujer con quien firma un acuerdo es una arpía que lo único que busca es dinero, poder, estatus e influencia.
Todos esos inconvenientes lo conllevan a salir de la ciudad en busca de liberarse, de sus errores y su destino lo lleva a Chihuahua.
Allí conoce a Loreley, esposa de un hombre arrogante y que se piensa lo mejor, al suponerlo inferior, ya que Fernando se convierte en su empleado. Pero Alfonso no sabe la mala decisión que toma al darle empleo a un don juan por naturaleza acabaría con su matrimonio, puesto que desde el momento en que la mirada de su esposa y su empleado se cruzan y sus dedos hacen contacto en un cordial saludo, las alarmas de los dos se encienden, haciéndoles ver que la atracción que sienten no será pasajera.
Cuando Loreley comienza a sospechar de los engaños de su esposo, decide dar rienda suelta a un amor intenso y bonito que jamás haya sentido por nadie.
Con el paso de los días la fuerza de sus sentimientos se hace cada vez más grande y visible, logrando que la tarea de ocultarlos sea casi imposible. Por este hecho, Fernando le pide a Loreley que se escape con él, pero el miedo a ser señalada y repudiada por su familia la obligan a decirle a su amor que no abandonará a su esposo.
El millonario, pensando que ella lo rechaza por creerlo pobre y un simple obrero, deja ese lugar con mucho rencor en su alma. Sin saberlo, su propio acto los delató, ya que Alfonso se enteró de la infidelidad.
-¿Aún lo amas? - ella se tensó al escuchar esa pregunta y su mano temblorosa embarró sus labios con el pintalabios rojo.
-Si lo hago ya no cuenta, e igual no lo volveré a ver más.
-¿Y si lo viera, le diría que lo sigues amando? -. Ella tragó grueso la saliva acumulada en su cavidad bucal y no por temor, sino por la amargura sentida, recordar ese amor le hace doler el alma.
-Ese señor no merece tal declaración de mi parte, acepté que he tomado dos malas decisiones en mi vida; la primera de ellas fue creer ciegamente en mi esposo y la segunda fue elegir a un amante que no valió la pena, pero de cada mal tropiezo se aprende y aprendí que no volveré a confiarle mi corazón a alguien.
Matías, comete el peor error de su vida al ser humillado, decepcionado y herido en lo más profundo de su ser. Ese fallo lo lleva a perder su preciada libertad. Decidido a no dejarse volver a pisotear, comienza a construir un imperio inquebrantable desde la oscura celda de su prisión. Su determinación por vengarse de todos los que le hicieron daño burlándose de él; hace que, al acabar su condena, renazca como el Fénix, dispuesto a arrasar con todo. Incluida ella, esa mujer a la que tanto amó, que no le correspondió, y que lo destruyó al jugar con su amor.
¿Cómo sigo existiendo cuando mi corazón está tan astillado?, tan destrozado que su pulso se suprime? - esto me pregunto todos los días de mi larga e insípida existencia. Sí Estoy..., destrozado. ¿Cómo continuo?, cuando cada respiración no es más que miles de espadas filosas que atraviesan mi desdichada alma, si vivir para mí se ha convertido en un insidioso recordatorio haciéndome recordar una y otra vez que perdí la parte más importante de mi mismo. Mi compañera..., la mitad de mi alma. Y ya ninguna cantidad de distracción puede sacarme de la tortura, de la pérdida de mi vida. Miserable eso me siento ser, muchos creen que lo tengo todo, pero en realidad mis manos están más que vacías.
Elizabeth es una chica tímida con baja autoestima, se considera fea, tiene mal gusto al vestir; ella se ve totalmente horrorosa. A sus veintiún años aún no ha tenido novio, pues nunca alguien se ha fijado en ella por su aspecto. El es frío, arrogante, calculador y sobre todo muy apuesto, siempre está bien vestido, todo lo que usa es de la mejor marca porque le gusta llamar la atención de los demás y es que adora ser envidiado. Por eso siempre le gusta tener lo mejor; las mujeres más bonitas y deseadas, por eso tiene que ser sexis. Su pasa tiempo favorito es jugar con las mujeres, pero eso cambia el día que conoce a Elizabeth y por primera vez ese hombre frío tratara de seducir a una mujer con tal de que ella le corresponda a su amor. Elizabeth tendrá que elegir entre el amor y la venganza, entre lo que está bien y lo que está mal.
Su marido traicionó a ella y todo el mundo la consideraba como una asesina. Abrumada por el odio, Maria se divorció de su marido, James, y se fue de la ciudad. Sin embargo, seis años después, regresó con el rival más destacado de su exmarido. Como un fénix que se reencarna de las cenizas, juró hacer que todos pagaran por lo que le habían hecho. Ella aceptó trabajar con él solo para vengarse, pero no se dio cuenta de que ya se había convertido en su presa. En un juego entre el amor y el deseo, ninguno de los dos sabía quién ganaría al final.
Dos años después de su boda, Ximena perdió el conocimiento en un charco de sangre durante un parto difícil, olvidando que su exmarido se iba a casar con otra persona ese día. "Nos vamos a divorciar, pero el bebé se queda conmigo". Estas palabras resonaron en su mente. Sabía que él no estaba allí para ayudarla, sino para quitarle a su hijo. Ximena preferiría morir antes que ver a su hijo llamar madre a otra mujer. Posteriormente perdió la vida en la mesa de operaciones con dos bebés en su vientre. Pero ese no fue el final para ella... Años más tarde volvió a encontrarse con Ramon, que ha cambiado mucho. Quería quedársela para él a pesar de que ya era madre de dos hijos. Y cuando supo que ella se iba a casar de nuevo, irrumpió como un loco. "Ramon, ya morí una vez antes, así que no me importa volver a morir. Pero esta vez, quiero que muramos juntos", gritó ella, mirándolo con angustia en sus ojos. Ximena pensó que él no la amaba y estaba feliz de estar fuera de su vida. Pero lo que ella no sabía era que la noticia de su inesperada muerte le había roto el corazón. Durante mucho tiempo lloró de dolor y agonía. Siempre deseó poder retroceder en el tiempo o ver su hermoso rostro una vez más. Todo esto fue demasiado para Ximena, cuya vida estuvo llena de idas y venidas. No sabía si debía volver al lado de su exmarido o seguir adelante con su vida. ¿Cuál elegiría ella?
Danna era una joven de 20 años con una belleza natural y unos hermosos ojos de múltiples colores. Era dulce y tierna, fue criada por una pareja de omegas, y su vida era tranquila hasta que conoció a su mate. Eros era el alfa de la manada azul. A sus 30 años, era un hombre arrogante, frío y calculador. Tenía una novia que no era su mate, Lamia, una joven alfa de sangre pura que debía marcar para ser la Luna de la manada y forjar alianzas. El día de la proclamación para ser Eros el gran alfa de alfas de las tierras bajas del extremo sur de Alaska, le llegó un olor delicioso que se colaba por sus fosas nasales, descontrolándolo. Él buscó la procedencia hasta que vio a Danna; sus miradas se cruzaron y Eros se enfureció al ver su aspecto de omega. Ella, al ver la expresión en su mirada, supo que su vida iba a ser desdichada desde ese momento. Danna fue llevada a la mansión del alfa, y Eros no sabía qué hacer con su mate, pues, para el bien de la manada, debía tener a su lado una Luna alfa de sangre pura y no una débil omega. Ella entró en celos y él sucumbió a la tentación; tres días pasaron llenos de pasión y Eros la marcó. Un día, Danna fue acusada de lastimar a Lamia; Eros, enfurecido, decidió obedecer a los viejos lobos; esa misma noche marcó a Lamia. Danna sufrió un dolor fuerte en su marca, sentía que la quemaba, el dolor era insoportable. Allí descubrió que fue traicionada por su mate. Ella, dolida, trató de irse, pero él la dejó encerrada y pretendía tenerla de amante. En medio de su dolor, ella descubrió que estaba embarazada y que dentro de la mansión tenía enemigos. Una noche logró escaparse, pero los lobos rastreadores la persiguieron incansablemente. Sin embargo, con la ayuda de la diosa Selene, unos lobos sin humanidad la encontraron y la protegieron, llevándola a la región más fría del país. Otros lobos exiliados, al darse cuenta del poder que Danna ejercía sobre las bestias salvajes, la proclamaron reina, y su reinado trajo consigo la prosperidad a esas tierras. Mientras tanto, en las tierras del sur, parecía que una maldición había caído sobre ellas. La fertilidad se esfumó y los árboles dejaron de florecer. Cinco años después, la guerra por tierras con los humanos comenzó. Eurides, madre de Eros, solicitó la ayuda de la gran reina de las tierras del norte. Danna regresó para cobrar venganza a las personas que hicieron su vida desdichada en la manada azul, mientras que su hija Eos tenía una misión encomendada por la diosa Selene. ¿Qué hará Eros para recuperar a su mate? ¿Podría el odio y el resentimiento de Danna destruir al padre de su hija?
Madison siempre había creído que se casaría con Colten. Pasó su juventud admirándolo, soñando con su futura vida juntos. Pero Colten siempre le fue indiferente, y cuando la abandonó en el momento en que más lo necesitaba, por fin se dio cuenta de que él nunca la había amado. Con la determinación de empezar de nueno y sed de venganza, Madison se marchó. Tenía por delante un sinfín de posibilidades, pero Colten ya no formaba parte de su vida. El hombre, por su parte, corrió a buscarla presa del pánico al darse cuenta de ello. "Madison, por favor, vuelve conmigo. Te lo daré todo". Sin embargo, fue su poderoso tío quien abrió la puerta y le dijo: "Ella es mi mujer ahora".
Traicionada por su pareja y su hermanastra en la víspera de su boda, Makenna fue entregada a los despiadados príncipes licántropos como amante, pero su propio padre ignoró su difícil situación. Decidida, ella intentó escapar y buscar venganza, pero, sin darse cuenta, captó el interés de los tres príncipes licántropos, que la deseaban en exclusiva entre muchas admiradoras. Esto complicó sus planes, atrapándola y convirtiéndola en rival de la futura reina licántropa. Enredada en deseo y celos, ¿podría Makenna lograr su venganza en el intrincado baile con los tres príncipes?