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Camila e Ignacio tienen una historia en común y una conexión única pero actualmente se encuentran enfrentados. Las circunstancias laborales hacen que sea imposible congeniar el permanente impulso de estar juntos con la necesidad de mantenerse alejados para poder continuar con sus vidas como las tenían planeadas. Entre despertares sexuales y jornadas cargadas de deseo, la pasión los llevará a elegirse mutuamente y sortear los obstáculos para dar rienda suelta a sus fantasías conjuntas.
Camila
Siento el calor subir desde mis muslos mientras un sinfín de sensaciones invaden todo mi cuerpo, el sabor de su boca atacando la mía mientras nuestras lenguas lanzan en total conexión se suma a la sensación de su mano acariciando mi pecho, que al mínimo roce responde endureciendo el pezón y erizando la piel al mismo tiempo que su erección firme palpitaba contra mi centro. Cada movimiento hace que desee más tenerlo dentro de mí pero al mismo tiempo quisiera que este instante sea eterno, la energía entre ambos es infinita, perfecta y nuestros cuerpos responden a la perfección, haciendo que el calor del momento sea casi insoportable. Justo cuando su mano se desliza hacia mis bragas todo se interrumpe y una vez más su olor y su calor se evaporan, dejándome con el recuerdo de sus ojos azules incendiados de pasión.
Llevo la almohada sobre mi cabeza tratando de apagar el sonido del despertador y descargar un poco la frustración por haber perdido mi sueño. Por inercia miro el reloj aunque se perfectamente los números que reflejará, 07:00 ni un minuto más ni un minuto menos, como cada mañana. Suspiro fuertemente sacando todo el aire de mis pulmones y junto fuerzas para salir de la cama.
Como todos los días, me levanto, preparo el desayuno para dos, acomodo todo y despierto a Julián animándolo a iniciar su día también. Su pequeño cuerpito todavía adormecido entre las cobijas me hace pensar en la primera vez que lo vi. Tenía solo tres añitos y la desnutrición estaba a punto de tragarse su existencia. En aquel momento yo tenía veinticinco años, ya era médica y estaba realizando ayuda comunitaria en África cuando me tocó atenderlo, al minuto de encontrar sus ojos con los míos supe que no quería dejar de mirarlo nunca. El tono oscuro de su piel, su pelo de abundantes y pequeños rizos y sus ojos grandes y llenos de temor me enamoraron al instante y ahí mismo inicié los trámites para adoptarlo. Gracias a que todavía me quedaban seis meses allí los pude completar y traerlo conmigo, desde entonces somos dos contra el mundo y las noches pasaron de ser fiestas constantes a películas infantiles y canciones de cuna que calmaban sus miedos.
Luego de desayunar juntos y ya listos, nos encaminamos al ascensor hablando animadamente
–Casi olvido mis gafas mamá, las busco y vuelvo-, dice mi distraído niño alejándose del ascensor y entrando apurado al departamento. Un segundo sola me alcanza para reparar en la imagen que me devuelve el espejo. Mi largo cabello dorado con ondas marcadas y mis ojos marrones, sumados a una piel clara me hacen ser una mujer que se podría considerar de lo más normal de la Ciudad, lejos de molestarme, eso es algo que me alegra, nunca me gustó llamar la atención, suficiente tengo con verme obligada a hacerlo en el ámbito laboral. Ese pensamiento me hace recordar la jornada que me espera. Como siempre que inicio una auditoría, sé que me encontraré con reticencia y quizás hasta odio por parte del Centro Médico auditado. No puedo decir que mi trabajo me gusta pero para poder adoptar en forma definitiva a Julián, debo mantenerlo. En su momento fue la única contratación segura que conseguí y debo mantenerla vigente hasta que la burocracia diga que definitivamente no me quitarán la custodia.
Un abrazo apretado me saca de mi ensoñación y me recuerda que todo esfuerzo vale la pena, tenerlo a él en mi vida vale cada mirada de odio que un colega pueda lanzarme. Así, con la energía renovada, me dirijo al Centro Médico Shoeren, a iniciar el primer día de mi auditoría.
Ignacio
- ¿Realmente no había manera de evitar esta auditoría? Increpa Lorena desafiante.
Me limito a mirarla sin emitir sonido mientras en mi mente trata de recordar qué fue lo que vi en ella cuando iniciamos nuestra relación. Evidentemente la gente cambia mucho en tres años, porque a la fecha no encuentro casi nada que me haga desearla ni menos aún amarla como debería suceder con tu pareja, pero entonces mis pensamientos se detienen al ver el marrón de sus ojos, esos ojos que me hacen acordar tanto a otros. Pasaron diez años y todavía hay momentos en los que mi mente recurre su recuerdo para encontrar paz y más de una vez, excitación. Es increíble que una sola noche marcara tanto mi mente.
– ¿No me pensas contestar?- Una vez más, la voz de Lorena me sacó de la paz que había encontrado pensando en ella.
-No Lorena, no pienso contestarte porque realmente no puedo creer que me estés preguntando eso. Si hubiera manera de evitar la auditoría, ¿no crees que lo hubiera hecho? ¿O acaso se te ocurre que a mí me gusta la idea de recibir un auditor sabiendo que lo único que busca es detallar al mejor nivel posible nuestros errores para que nuestro Centro se cierre o se venda por migajas?
- ¿Necesariamente tiene que ser así? Digo, quizás el auditor indica que estamos haciendo las cosas bien o nos marca los errores a solucionar para mejorar- Interviene Lucía, que como siempre, ve la vida en tonos de rosa. Supongo que la pediatría exige eso, un espíritu lleno de amor que permita no bajar las esperanzas aunque día a día deban ver a padres perdiendo a sus hijos.
- No hermosa, lamentablemente esto funciona así: Si un auditor resuelve siempre a favor de la continuidad de los Centros auditados comienzan a duda que sea bueno en su trabajo o hasta en el peor de los casos, que este aceptando "ayuditas" para salvarlos. Si un auditor resuelve en contra, no tiene consecuencias sino un premio por tener los huevos para hacerlo. ¿Quién en su sano juicio preferiría ser sospechado de corrupto en vez de recibir un premio solamente para ayudar a personas que ni conoce?- Acota Marcos, con su característica galantería hacia el género femenino. Aunque es mi mejor amigo y le confiaría mi vida, no logro entender esa actitud de macho alfa que lleva todo el tiempo. Su cabello rubio siempre peinado a la perfección y los ojos verdes ya deberían ser suficientes para mantener su autoestima elevada, pero él le suma horas enteras de gimnasio que hacen que las mujeres vean su esfuerzo a metros de distancia y prácticamente se tiren a sus pies desarmándose en suspiros. Cualquiera diría que mi actitud es por envidia pero en verdad no. Dejando de lado la humildad, tengo que reconocer que mi cuerpo también despierta suspiros, después de todo, las horas de gimnasio las comparte conmigo. Además, mi cabello oscuro que contrasta con mi tez blanca y mis ojos azules hacen que no tenga nada que envidiar a su atractivo.
- Marcos tiene razón, lo mejor que podemos hacer es buscar que el auditor quiera terminar su trabajo cuanto antes y se vaya dejándonos el camino libre para ver cómo salimos de las deudas que nos dejó Soler.- Intento finalizar la conversación. El tema no me gusta ni un poco.
Soler era el director del hospital que tuvo una denuncia por mala praxis y en vez de afrontarla con su seguro, la afrontó con fondos del hospital. Según él, correspondía hacerlo de esa forma, por haberse tratado de errores compartidos, pero la realidad era que había sido un mero acto de corrupción, y se vio obligado a afrontarlo de esa forma ya que, negligentemente, estuvo omitiendo los pagos a su seguro particular. Lo peor no fueron las deudas que dejó al Hospital sino la traición hacía nuestro equipo. Todos lo veíamos como un líder, como el patriarca de esta familia, a la que quebró con su actitud haciendo que hasta hoy pasemos por un importante dolor cada vez que se lo nombra.
- Seguramente se tratará de un viejo barrigón, no será nada difícil hacerle la vida imposible con solo subir al mismo ascensor a diario- aporta Marcos con su habitual cuota de humor, haciendo referencia a su atractivo físico.
- Diste en la tecla... "Hacerle la vida imposible", eso es lo que tenemos que hacer-. Suma Lorena, con la frialdad que hace ya tiempo la acompaña.
- No me siento cómoda con eso, ¿vos opinas como ellos Ignacio?- me increpa Lucía
Por un minuto me cuesta admitir que estoy de acuerdo con Lorena y Marcos, siento que con esta actitud me alejó muchísimo de la persona que me considero. Generalmente intento no hacer mal a nadie, pero en este caso no veo otra salida.
–Si Lu. Lamentablemente no veo otra opción.- Reconozco finalmente.
Su mirada refleja una decepción que me quiebra. Es mi mejor amiga desde hace más de quince años y la quiero como a una hermana. Compartimos valores y eso hace que yo sepa perfectamente cómo se siente ella con relación a que estemos haciendo esta especie de pacto secreto.
- Esta bien. Somos un equipo, si tres de los cuatro miembros de esta junta creen que ese es el camino, los sigo. – sentencia mi amiga bajando los hombros en señal de derrota. Sus ojos negros bajan la mirada y pareciera que su flequillo llega hasta ellos para evitar que veamos que en el fondo no está convencida. La entiendo, tampoco yo lo estoy, ojalá encontrara otra manera, pero creo que no la hay.
En ese momento suenan unos suaves golpes en la puerta y los cuatro nos miramos y acomodamos en las sillas.
-Pase.- atino a decir.
Y en cuánto la puerta se abre, siento que mi corazón va a explotar y por un segundo, el tiempo se para.
Es ella.
Esta justo enfrente mío y yo solamente puedo pensar en correr a besarla, pero un instante de lucidez me hace frenar esa voluntad en seco cuando me doy cuenta que en su mirada parece no haber nada. Por el contrario, con toda naturalidad, saluda formalmente... para iniciar su auditoría.
Los destinos de seis jóvenes se cruzan irremediablemente, en una historia llena de amor, pasión, amistad y peligro. Sol y Pablo se reencuentran luego de muchos años, lidiando con una atracción que los llevará a desafiar sus mandatos familiares y repensar los rumbos que tenían planeados para sus vidas. Ramiro y Luna están inmersos en una trama compleja, donde él, un policía encubierto, debe fingir ser su guardaespaldas para obtener información, pero enamorarse del objetivo lo lleva a complicar, no sólo el servicio, sino también su vida personal. Pilar y Martín descubren juntos que la amistad puede dar paso a una relación mágica, si logran superar la mentira que los unió, y que por ser hermana de Ramiro, no puede revelar. Sumando a ello que Pablo y Ramiro son medio-hermanos, y que antes de esta historia, entre Martín y Luna existió un apasionado romance, lo cruzado de sus destinos es más que evidente.
Lorena atraviesa la peor crisis de su vida, cuando su ex la deja por un viejo amor. En medio de esa tormenta conoce a Javier, con quien no solo comparte momentos cargados de erotismo en un club sexual anónimo, sino que además deben desentrañar numerosas complicaciones, ya que el hermoso hombre actualmente se esta haciendo pasar por novio de Milena, acompañante terapéutica y amiga de Lorena, que la ayuda en su recuperación. ¿Podrán superar los enredos que los rodean para dar rienda suelta a la pasión que los une?
Marcos y Sara se encuentran en una encrucijada, la vida los obliga a ser solo amigos, mientras sus cuerpos e instintos piden a gritos superar la barrera de la amistad para vivir la pasión que los une. ¿El afecto indiscutible, la relación natural y poderosa entre ambos serán suficientes para superar los problemas que el pasado de Sara imprime en su historia?
Una cita a ciegas llevó a Chelsea aquella noche al bar. La hermosa pelirroja llevaba dos meses conversando con Fred, era el momento de encontrarse. Mas por un motivo inesperado, él no puede asistir a la cita. Chelsea sin saberlo ve a un hombre sentado, solo, quien la mira insistentemente. Su actitud la lleva a suponer que se trata de su cita. -¿Fred? -pregunta ella con cierta duda. Él al ver que la hermosa mujer que lleva rato observando, lo confunde con alguien más, decide seguirle el juego. Luego de unas copas demás, van al hotel, es una noche increíble y es un sueño para ella despertar al lado de tan potente semental. Chelsea sale sin despedirse para su entrevista en Bullock&Company como asistente del CEO. Su sorpresa es cuando ve entrar a su oficina a Steve Bullock el hombre con quien había pasado la noche anterior. ¡¿Qué hará ahora que descubrió que su cita a ciegas fue con un CEO?! ¿Cómo reaccionará él, ahora que sabe que su aventura de una noche resultó ser su nueva asistente?
Era una doctora talentosa de fama mundial, CEO de una empresa que cotiza en bolsa, la mercenaria más formidable y un genio de la tecnología de primer nivel. Marissa, una magnate con una plétora de identidades secretas, había ocultado su verdadera identidad para casarse con un joven aparentemente empobrecido. Sin embargo, en vísperas de su boda, su prometido, que en realidad era el heredero perdido de una familia adinerada, canceló el compromiso, incluso la humilló y se burló de ella. Cuando las identidades ocultas de la chica salieron a la luz, su exprometido se quedó atónito y le suplicó desesperadamente que lo perdonara. De pie, protector ante Marissa, un magnate increíblemente influyente y temible declaró: "Esta es mi esposa. ¿Quién se atrevería a quitármela?".
Mi familia era pobre y tenía que trabajar medio tiempo todos los días solo para pagar las cuentas y estudiar en la universidad. Fue entonces cuando la conocí, la chica bonita de mi clase con la que todos los chicos soñaban salir. Era muy consciente de que ella era demasiado buena para mí. De todos modos, reuniendo todo mi coraje, le dije que me había enamorado de ella. Para mi sorpresa, accedió a ser mi novia. Me dijo, con la sonrisa más bonita que he visto en mi vida, que quería que el primer regalo que le diera fuera el último iPhone de gama alta. Un mes después, mi arduo trabajo finalmente valió la pena. Pude comprar lo que ella quisiera. Sin embargo, la pillé en el vestuario besando al capitán del equipo de baloncesto. Incluso se burló despiadadamente de mis defectos. Para colmo, el tipo con el que me engañó me dio un puñetazo en la cara. La desesperación se apoderó de mí, pero no pude hacer nada más que tirarme en el suelo y dejar que pisotearan mi orgullo. Cuando nadie lo esperaba, mi padre me llamó de repente y mi vida cambió. Resulta que soy el hijo de un multimillonario.
Henrik, un joven paranoico de una familia rica, creía que las mujeres eran oportunistas y materialistas. Y por eso que consideraba a Noreen una mujer frívola que lo desdeñaba por su discapacidad. Para vengarse de la muchacha, se disfrazó de mecánico de automóviles y se casó con ella. Al principio, se puso la máscara de un esposo amoroso que se preocupaba por su esposa, pero en realidad, no sentía nada por ella. Todo era una estratagema para que ella cayera en su trampa. Sin embargo, una cosa llevó a la otra y el plan de Henrik lentamente se salió de su control. No fue hasta que finalizó el divorcio que se dio cuenta de lo tonto que había sido. Comprendió que Noreen no era como otras mujeres en absoluto y que estaba locamente enamorado de ella. Hizo todo lo posible para recuperarla. Pero Noreen frunció el ceño y se burló: "Señor Sanchez, debes haberme confundido con otra persona. Nunca me casé contigo. Mi exmarido era solo mecánico de autos, y tú eres el hombre de negocios más rico del país. No creo que comparten ningún parecido entre ustedes dos. Por favor, te agradecería que dejaras de molestarme". Devanándose los sesos para encontrar la forma de reconquistarla, Henrik soltó: "Para ti, puedo volver a ser ese mecánico de autos. Estoy dispuesto a renunciar a todo lo que tengo para reparar los daños. Por favor, regresa a mí, cariño". Eso dejó a Noreen totalmente soeprendida. ¿Qué le estaba pasando a ese hombre arrogante?
¿Cómo se tortura a otra persona? Para Vincent, se trataba de atraparla en un matrimonio sin amor y llenar sus días de humillación y miseria sin fin. Estaba convencido de que la traicionera Kaitlin se lo merecía todo, y nunca se arrepintió de sus actos... hasta que estuvo ante su tumba. Kaitlin tenía veinte años cuando se enamoró de Vincent. Pasó los tres años siguientes como su humilde y dócil esposa, ayudándole a alcanzar la gloria mientras aguantaba su despiadado rencor. "¿Amor?", él se burló de ella en sus últimos momentos. "Nunca hubo amor entre nosotros". ¿Cómo se destruye a otra persona? Para Kaitlin, era hacerle comprender que se había forjado una tragedia a sí mismo. Cuando Vincent supo la verdad sobre lo que siempre había anhelado, ya lo había arruinado con sus propias manos.