/0/4792/coverbig.jpg?v=5797b4bc9f5bea4c0c95bede64bc406d)
Enzo Lombardi, el frío y despiadado hijo del mafioso más poderoso de la Cosa Nostra en Nueva York, jamás pensó que alguien sería capaz de conquistar su corazón. Sin embargo, su vida cambia cuando conoce a Diana, una chica inocente que se interpone por accidente en uno de los ajustes de cuentas de su familia. Enzo no solo le perdona la vida a pesar de los problemas que eso puede causarle, sino que también la secuestra para evitar que alguien más la dañe por su culpa. Aunque Diana lo odia y ha jurado destruirlo, la constante cercanía y la tensión sexual entre ambos va eliminando sus diferencias y los lleva a perder el sentido del bien y del mal. Su romance es peligroso y tóxico, pero tan electrizante que hace que correr los riesgos valga la pena. ¿Podrá el amor triunfar por encima de la sed de venganza?
POV Enzo:
Mi padre cuelga el teléfono de manera violenta. La furia de Carlo Lombardi, el temido jefe de una de las familias más poderosas de la Cosa Nostra en Nueva York, es capaz de paralizar de miedo a cualquiera. En especial, porque él suele ser un hombre en extremo metódico e impenetrable; puedo contar con los dedos de una mano las veces en que lo he visto estallar de este modo. Siempre lo he admirado por eso, entre muchos otros motivos.
A mí me cuesta demasiado controlar mis impulsos.
Sin embargo, ahora siento como si nuestros papeles se hubieran intercambiado. Las venas de su frente y de su cuello parecen estar a punto de estallar, y sus ojos grises destellan de la ira.
Permanezco de pie, observándolo con detenimiento desde el otro lado de su escritorio. Estamos en su oficina en la parte trasera del casino que administra nuestra familia, y él acaba de recibir una llamada de su consiglieri, su mano derecha en todo tipo de asuntos. Espero sus órdenes para actuar, porque su reacción indica que algo muy grave acaba de ocurrir. Temo incluso escuchar sus próximas palabras.
-¡Esos hijos de perra se atrevieron a hacerlo! -grita y da un puñetazo con tanta fuerza sobre el escritorio que hace rechinar la madera-. ¡Se atrevieron a mudarse a nuestra ciudad y a meter las narices en nuestro negocio! ¡Sabía que lo harían!
Por supuesto, debí imaginar que se trataba de eso. Los Vitale son una familia que ha sido enemiga de la nuestra históricamente, desde mucho antes de que mi abuelo emigrara de Italia. Esos bastardos llegaron al país hace poco más de un mes y, aunque llevábamos años sin tener ningún conflicto directo, sabíamos muy bien que su presencia solo traería problemas. Esas ratas nunca vienen en son de paz.
-¿Intervinieron en el cargamento? -le pregunto a mi padre, esperando con ansias que me dé una respuesta negativa. Ahí nos estamos jugando cientos de miles de dólares en armas que se supone que debían entrar al país hace dos horas.
Mi padre asiente con la cabeza muy despacio. Al parecer, está utilizando su autocontrol para no salir a la calle y ahorcarlos a todos con sus propias manos. Por mi parte, siento que mi sangre hierve al escucharlo. ¿Cómo se atrevieron? ¿No han tenido suficiente a lo largo de los años como para comprender que con los Lombardi no se juega?
-La policía lo interceptó antes de que entrara al país -me explica-. Ese no es un evento fortuito, Enzo. Lo hicieron ellos y es una provocación. Nadie puede vincularnos con los paquetes que venían en ese barco, pero deben sentirse satisfechos con habernos hecho perder dinero y clientes.
-¿Clientes también? -pregunto con desconcierto.
-Muchos no esperarán a que logremos reponernos de este golpe, hijo, buscarán nuevos proveedores -me responde-. Debemos estar inactivos un tiempo para no tener problemas con la policía, y esos hijos de perra lo aprovecharán para salirse con la suya.
Resoplo y me llevo una mano al rostro para apretarme el puente de la nariz. Estoy harto de esos cabrones de mierda.
-Dé la orden, padre -le digo-. Permítame hacer la sangre de esas ratas correr. Les mostraré cuán escasa es la paciencia de los Lombardi y cuán corto es el camino al infierno si se meten con nuestra familia.
Mi padre niega con la cabeza.
-No debemos atraer la atención de las autoridades hacia nuestra familia, Enzo -me responde-. Si lo hacemos ni siquiera nuestros contactos más poderosos podrán ayudarnos.
Quiero desaparecer a todos los que llevan el jodido apellido Vitale de la faz de la tierra, y solo me basta una palabra de mi padre para hacerlo. Sin embargo, sé que él tiene razón: esa no es una jugada sensata. Debemos mantener un perfil bajo para evitar que la policía se meta en nuestros asuntos, ese es el trato que tenemos con nuestros aliados en el Congreso. Y no hay forma de ir y matar a todos los Vitale en su propia residencia sin llamar la atención.
No puedo guiarme por mis ansias de venganza. No aún.
No obstante, ambos sabemos que no podemos dejar pasar algo así. Si lo hacemos, estaremos dejándoles el camino abierto para otras agresiones y ofensas futuras que pueden manchar la perfecta reputación de nuestra familia de ser la más poderosa de este lado del Estado. El negocio es nuestro, eso tiene que quedarles bien claro a todos los demás que quieran participar.
Mi padre se sienta en su sillón de cuero negro con las manos entrelazadas sobre su regazo y la vista al frente. Su expresión seria e inescrutable de costumbre está de vuelta. Parece sopesar las pocas opciones que tenemos.
Finalmente, suspira profundo y me mira a los ojos.
-No podemos acercarnos a su casa y formar una masacre pública sin llamar la atención. Es un hecho -me dice, aparentemente más calmado.
-¿Cómo les damos su merecido, entonces?
-Por desgracia para ellos, sé muy bien cada paso que han dado desde que llegaron a la ciudad, a «mi» ciudad -aclara con dureza-. Esos desgraciados montaron una pequeña tienda de mariscos cerca del puerto. Es su tapadera. Después de las seis de la tarde comienzan a vaciarse los puestos de venta y no habrá casi nadie. La policía frecuenta muy poco esa área. Visítalos mañana y lleva solo a los hombres necesarios contigo. No quiero sobrevivientes ni testigos, Enzo. Demuéstrales que nadie puede jugar con nuestra familia y salir impune.
Lo dice con tanto resentimiento que sonrío de una manera torcida al escucharlo. Tengo el camino libre para hacer justo lo que tanto deseo; lo que mejor se me da.
-Solo ellos sabrán que fuimos nosotros -le digo con mucha seguridad y luego me encamino hacia la puerta para ir a buscar a algunos de nuestros hombres y alistarlos para la acción-. No lo defraudaré, padre.
-Lo sé, hijo -responde él y asiente con la cabeza-. Mañana muy temprano volaré hacia Italia, tengo cuestiones que tratar allá con tu tío y necesito saber que todo aquí se mantendrá en orden. Por eso te confío este asunto personalmente.
Al quedarse huérfana a los diecisiete años, Clara Hidalgo se ve obligada a buscar empleo para sobrevivir. Comienza a trabajar como empleada doméstica en la lujosa residencia del ardiente, reservado y seguro de sí mismo Darío Andrade. Sin embargo, Darío no solo carga consigo el peso de llevar uno de los apellidos más influyentes del país y la mirada atenta de su despiadado padre, sino que también está comprometido y muy cerca de tener la boda más esperada del año en el mundo de los grandes negocios. La atracción entre Clara y Darío es casi instantánea y electrizante, y los llevará por el peligroso camino de una relación tan apasionada como prohibida. Su romance pondrá en riesgo el futuro de ambos y revelará, además, un gran secreto que envuelve el pasado de Clara y que puede cambiar por completo su vida y la de todos los que la rodean. ¿Podrá su amor sobrevivir a todas las diferencias, mentiras y perjuicios que los separan o terminará por extinguirse el fuego entre los dos?
Mi nombre es Alicia, y solo tres palabras han podido definirme durante toda mi vida: adicta al placer. Sí, soy una jodida ninfómana y no temo a decirlo. He vivido cientos de aventuras y he cumplido todas y cada una de mis fantasías más retorcidas, esas que nadie se atrevería a contar en voz alta. Nadie excepto yo. ¿Te atreves a descubrirlas? Eso sí, te advierto que necesitarás dos cosas: lo primero, una mente muy abierta y, lo segundo, un par de bragas limpias...
Se suponía que era un matrimonio de conveniencia, pero Carrie cometió el error de enamorarse de Kristopher. Cuando llegó el momento en que más lo necesitaba, su marido estaba en compañía de otra mujer. Carrie ya estaba harta. Decidió divorciarse de Kristopher y seguir adelante con su vida. Sin embargo, solo cuando ella se marchó, Kristopher se dio cuenta de lo importante que era ella para él. Ante los innumerables admiradores de su exesposa, Kristopher le ofreció 20 millones de dólares y le propuso de nuevo: "Casémonos de nuevo".
Durante siete años, Jillian estaba enamorada de Bryan con pasión inquebrantable, pero él permaneció distante, con sus emociones herméticamente selladas. Descorazonada, ella se marchó al extranjero tras graduarse de la universidad. Tres años después, Jillian, ahora una abogada de éxito, se sentó provocativamente en el regazo del hombre. Con una sonrisa juguetona, le espetó: "¿Qué te pasa, Bryan? ¿Eres impotente?". Bryan ya no podía contenerse. Con un rápido movimiento, la tomó en brazos y la arrojó sobre la cama. A la mañana siguiente, cuando él se despertó, Jillian esbozó una sonrisa traviesa. "Solo es una aventura, ¿de acuerdo?".
Melissa podía tolerar ser engañada y humillada; pero si la acusaban de algo injustamente, sería una historia diferente. A los ojos de su esposo, tres años de matrimonio eran menos importantes que una simple lágrima de su amante Arielle. Y finalmente, él la abandonó sin piedad en un día lluvioso. Cinco años después, Melissa reapareció con sus adorables gemelos; esta vez, se convertió en una médica de fama mundial. Fue entonces cuando su exmarido, Everett, le pidió que ayudara a Arielle... "Abuelo, si quieres hablar con mamá, primero tienes que pasar una prueba". El hijo pequeño de Melissa, Merrick, levantó con orgullo la barbilla. "¿Abuelo?". Everett se preguntó si parecía tan viejo. "Papá, sí eres muy viejo... ", dijo Lindsey, la hermana gemela de Merrick con un puchero.
"Estaremos casados por sólo un mes. Después de eso, nos divorciaremos de inmediato". A pesar de que su bisabuelo había arreglado su matrimonio antes de nacimiento, él no creía que una mujer tan informal y movida como ella merecía ser su esposa. Poco sabían en aquel entonces que estaban destinados a estar juntos. Hiram, el CEO joven y apuesto que nunca sintió atracción por ninguna mujer, y Rachel, la belleza que de alguna manera traía mala suerte a todos los hombres con los que salía, se casaron, contra todo pronóstico. ¿Qué será de su vida de matrinomio?
Zen Luo, un joven y prodigioso patrón del clan Luo, perdió todo lo que apreciaba durante una pelea interna de la familia provocada por la codicia. Y después de eso fue esclavizado, pero al mismo tiempo, los impulsos de la venganza se calentaron a fuego lento. Nació una leyenda cuando, gracias al trabajo duro y la determinación, se convirtió en un arma poderosa. ¿Finalmente tendría éxito en vengar a su padre? ¿Llegaría al destino de la inmortalidad? ¿Qué pasaría con los que tratan de matarlo? ¡Lea esta historia y descúbralo!
Hace cinco años, la familia Powell quebró. Madeline Powell dio a luz a gemelos; dejó uno con el padre del niño y se llevó al otro. Años espués, Madeline regresó como líder de Internet de opinión. Sin embargo, alguien se enteró de su regreso. El hombre la pellizcó por la barbilla y se burló fríamente: "Has publicado muchos videos en Internet, ¿qué tal filmamos algo picante juntos?". Los ojos de Madeline se abrieron y su garganta se secó. Al día siguiente, vio a un niño pequeño que se parecía exactamente a su hijo en la casa del hombre. Madeline no pudo evitar besar la mejilla regordeta del pequeñito. Sorprendentemente, el niño no estaba contento. Puso una cara solemne y preguntó: "¿Qué estás haciendo?". Madeline estaba furiosa. ¿Cómo pudo ese hombre haber hecho que su hijo fuera tan desagradable como él?