/0/3988/coverbig.jpg?v=e0b859ec4ca3b28a0e8b156a5e8e8b54)
Elisabeth es la heredera de la cadena mas prestigiosa del pais. Con un enemigo oculto esta constantemente en peligro. Dan tiene una mision protegerla a cualquier costo siendo el mejor en su oficio es enviado para ser su guardaespalada. Aunque eso incluya protegerla hasta de su propio corazon.
Elisabeth
No me dejes ir, me decía y resulto ser todo lo contrario, el me dejo simplemente se fue sin ni siquiera despedirse en persona, con una dolorosa carta en mis manos, he sido plantada en el altar.
Miro a mi alrededor todos mis amigos, familiares y de más. Están aquí se suponía que tenía que ser el mejor día de mi vida y resulto ser el peor, no solo quedara guardado en mi memoria, si no que en estos momentos todo el mundo sabe que Elisabeth Anderson, hija de uno de los hombres más rico del mundo ha sido plantada el día de su boda.
Con lágrimas en mis ojos emprendo mi huida, no puedo seguir aquí en la mira de todos, con la triste y patética carta en mis manos. Salgo a toda prisa de la iglesia, alguien grita mi nombre quizás mi padre, pero no presto mucha atención, al llegar a la salida me fijo que está lleno de reporteros los focos andan sobre mí, no me dejan paso estoy desesperada quiero salir de aquí, todos me taladran con preguntas, ¿es verdad que te dejo por otra? ¿Qué se siente ser humillada públicamente? - no logro decir palabra alguna sobre el tema, siento que me falta el aire, todo da vueltas estoy a punto de desfallecer.
Me hago un ovillo tapándome los oídos les suplico que me dejen en paz y no me escuchan solo quieren su primicia, alguien se abre paso entre la gente, se arrodilla frente a mí, estoy segura porque lo siento cerca, alzo la mirada para ver bien de quien se trata y es ahí cuando lo veo, cabello negro como la noche, ojos color azul tan hermoso como lo es el cielo, dice algo que no logro entender ya que estoy un poco distraída mirando sus labios que, con su piel morena, se ven de color carmesí.
Saliendo de mi aturdimiento o mejor dicho de mi admiración de todo su ser, veo como con toda gentileza me ofrece su mano ay 4es donde entiendo lo que me decía, en medio de mi ensoñación, quiere ayudarme huir de aquí.
Sin quitarnos la mirada, me quito los tacones con los que no podre correr como quiero si los sigo utilizando, Como un caballero de radiante armadura me toma de la mano, se abre paso entre los reporteros y como si de un cuento se tratara una princesa es salvada por su príncipe.
Dejándome llevar nos dirigimos al estacionamiento donde al parecer esta su auto. Ya un poco lejos de la iglesia vamos disminuyendo nuestra carrera ya estoy un poco agotada, me duelen un poco los pies por correr descalza, mientras seguimos caminando me tomo mi tiempo en inspeccionarlo por detrás, tiene los hombros anchos podría decirse que está bien ejercitado es un poco más alto que yo, con ese traje se ve muy bien, a decir verdad.
Llegamos, Abre la puerta del copiloto para mí y de inmediato reacciono cuando me indica que me suba al auto.
-N no puedo. Digo con nerviosismo
-Es enserio? dice cruzándose de brazos- esa gente llegaran pronto solo sube te llevare a tu casa. indica señalando a la iglesia.
-Eres un total desconocido para mí, estaría loca si me voy contigo- lo señalo- que tal si eres un secuestrador, le digo como si fuera obvio esto es una total locura.
Él se pasa una mano por su cabello exasperado por mi resistencia a subirme con un suspiro se gira sobre sus talones y se encamina al lado del conductor, antes de subirse me dice.
-Si quieres quédate, solo quería ayudarte parecías mal, lo siento error mío. Enciende el motor miro a la iglesia desde lo lejos veo cómo se van acercando, con todo el miedo del mundo sabiendo que me voy arrepentir, antes que arranque abro la puerta y me introduzco dentro.
Voltea a mirarme un poco impresionado, vuelve su vista al frente y arranca el auto.
Pasamos los primeros minutos en total silencio. Veo como se me hace conocida las vista y mi ceño se frunce en confusión.
-Sabes dónde vivo? Le pregunto. Solo me mira de reojo, no contesta.
-Como sabes dónde vivo? Vuelvo a preguntar, el sigue ignorándome. Mi mente viaja a mil por horas, quizás sea un acosador o algo así. Intento tomar la calma estoy paranoica, pensando en estupideces.
Como si adivinara la guerra que hay en mi cabeza, sonríe un poco, mientras dice.
-no es lo que tu pequeña cabecita esta maquinando, me mira y creo perderme en la profundidad de su mirada, en ese cielo que son sus ojos- tengo un traje puesto eso significa que fui invitado a tu boda.
Logro soltar un poco el aire y confiar en su palabra, pues a mi boda solo fueron familiares y amigos de confianza, así que como no lo conozco debe ser hijo de alguno de los socios de papa.
-Puedo pedirte algo, si no es abusar mucho de la confianza. Me mira con intriga esperando mi petición.
-No quisiera ir a mi casa, necesito estar sola.
Se lo piensa un poco hasta que dice – Está bien dime dónde quieres ir.
-Exactamente no lo sé, me lo pienso un poco- por casualidad no tendrás un lugar que me puedas recomendar, nunca he estado sola.
Se muerde un poco los labios con gesto pensativo, cuando me mira con un brillo en sus ojos y es cuando sé, que sabe el lugar perfecto para tener un poco de paz con una sonrisa encantadora se desvía al lugar en su mente.
Danna era una joven de 20 años con una belleza natural y unos hermosos ojos de múltiples colores. Era dulce y tierna, fue criada por una pareja de omegas, y su vida era tranquila hasta que conoció a su mate. Eros era el alfa de la manada azul. A sus 30 años, era un hombre arrogante, frío y calculador. Tenía una novia que no era su mate, Lamia, una joven alfa de sangre pura que debía marcar para ser la Luna de la manada y forjar alianzas. El día de la proclamación para ser Eros el gran alfa de alfas de las tierras bajas del extremo sur de Alaska, le llegó un olor delicioso que se colaba por sus fosas nasales, descontrolándolo. Él buscó la procedencia hasta que vio a Danna; sus miradas se cruzaron y Eros se enfureció al ver su aspecto de omega. Ella, al ver la expresión en su mirada, supo que su vida iba a ser desdichada desde ese momento. Danna fue llevada a la mansión del alfa, y Eros no sabía qué hacer con su mate, pues, para el bien de la manada, debía tener a su lado una Luna alfa de sangre pura y no una débil omega. Ella entró en celos y él sucumbió a la tentación; tres días pasaron llenos de pasión y Eros la marcó. Un día, Danna fue acusada de lastimar a Lamia; Eros, enfurecido, decidió obedecer a los viejos lobos; esa misma noche marcó a Lamia. Danna sufrió un dolor fuerte en su marca, sentía que la quemaba, el dolor era insoportable. Allí descubrió que fue traicionada por su mate. Ella, dolida, trató de irse, pero él la dejó encerrada y pretendía tenerla de amante. En medio de su dolor, ella descubrió que estaba embarazada y que dentro de la mansión tenía enemigos. Una noche logró escaparse, pero los lobos rastreadores la persiguieron incansablemente. Sin embargo, con la ayuda de la diosa Selene, unos lobos sin humanidad la encontraron y la protegieron, llevándola a la región más fría del país. Otros lobos exiliados, al darse cuenta del poder que Danna ejercía sobre las bestias salvajes, la proclamaron reina, y su reinado trajo consigo la prosperidad a esas tierras. Mientras tanto, en las tierras del sur, parecía que una maldición había caído sobre ellas. La fertilidad se esfumó y los árboles dejaron de florecer. Cinco años después, la guerra por tierras con los humanos comenzó. Eurides, madre de Eros, solicitó la ayuda de la gran reina de las tierras del norte. Danna regresó para cobrar venganza a las personas que hicieron su vida desdichada en la manada azul, mientras que su hija Eos tenía una misión encomendada por la diosa Selene. ¿Qué hará Eros para recuperar a su mate? ¿Podría el odio y el resentimiento de Danna destruir al padre de su hija?
Ellos no saben que soy una chica. Todos me miran como si fuera un hombre, un príncipe. Su especie compra humanos para satisfacer sus lujuriosos deseos. Y cuando ellos llegaron a nuestro reino para llevar a mi hermana, intervine para protegerla. Fue así como ellos también terminaron comprándome. El plan era escapar, pero mi hermana y yo nunca tuvimos una oportunidad. ¿Cómo iba a saber que nuestra prisión sería el lugar más fortificado de su reino? Se suponía que debía quedarme en el anonimato, pues no tenían un uso para mí. Solo era alguien a quien nunca debían comprar. Pero entonces, el hombre más poderoso de la salvaje tierra, su despiadado rey bestia, se interesó por ese "principito bonito". ¿Cómo podremos sobrevivir en este reino brutal, donde todos odian a los de nuestra especie y no tienen piedad de nosotros? ¿Y cómo puede alguien, con un secreto como el mío, convertirse en una esclava sexual? Nota del autor: es una novela de romance oscuro, apta solo para mayores de edad. Espera varios temas sensibles, como la violencia. Si eres un lector experimentado de este género, buscas algo diferente y estás preparado para entrar sin saber qué es lo que te espera, ¡entonces sumérgete en esta aventura! . De la autora del bestseller internacional "La Esclava Más Odiada Del Rey"
"Estuve enamorada del CEO dominante, Credence Scott, durante diez años. ¡Y finalmente me casé con él! Se suponía que yo era una mujer feliz que se casaba con la persona que amaba. Sin embargo, Credence me odiaba. En nuestro matrimonio de cuatro años, rara vez se acostó conmigo y me culpó por matar a su padre. Nunca hice eso. ¡Fue mi hermana, Rosalie, quien me había tendido una trampa! La parte más desconsolada fue que Credence nunca creyó en mí. Bien, será mejor que acabe con mi vida. Pero fue entonces cuando Credence me reveló su ternura... "
Belinda pensó que, tras el divorcio, separarían sus caminos para siempre: él podría vivir su vida como quiera, mientras ella podría dedicarse a disfrutar el resto de la suya. Sin embargo, el destino tenía otros planes. "Cariño mío, estaba equivocado. ¿Podrías volver conmigo?". El hombre arrogante, al que una vez ella amó profundamente, bajó humildemente la cabeza. "Te ruego". Belinda apartó con frialdad el ramo de flores que él le había regalado y respondió fríamente: "Es demasiado tarde".
Allison se enamoró de Ethan Iversen, el futuro alfa de la Manada Moonlight Crown. Siempre quiso que él se fijara en ella. Sin embargo, Ethan era un alfa arrogante que pensaba que una débil omega no podía ser su pareja. El primo de Ethan, Ryan Iversen, que había vuelto del extranjero y era el verdadero heredero de la manada, nunca intentó conseguir el puesto ni mostró ningún interés por él. Era todo un alfa playboy, pero cuando regresó a la manada, una cosa cautivó sus ojos y fue Allison.
El marido de Vivianna se casó con ella por su herencia, y después de quitarle todo lo que tenía, la mandó a la cama de un acompañante y le tomó fotos. La amenazó con divorciarse con esas fotos y la obligó a salir de su casa sin un centavo. Dejó su país de origen en desgracia. Cuatro años más tarde, regresó a casa como Jefa de Diseño de Joyas y tuvo un hijo de tres años. Su niño genio le dijo después de bajarse del avión: "¡Conseguiré que el hombre más rico del mundo sea mi papá y te respalde!" Ella lo tomó como una broma, pero dos días después, su asistente le dijo que el hombre más poderoso del mundo se había robado a su hijo y la invitó a cenar. Al encontrarse, ese hombre sostuvo a su hijito y le dijo dominantemente: "Es mi hijo!".