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Acuerdo Con El Enemigo

Acuerdo Con El Enemigo

5.0
5 Capítulo
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Años atrás, Luna fue humillada frente a toda la universidad por el hombre que más odiaba: Caio Ventura - arrogante, cruel e intocable. Desde entonces, se prometió a sí misma que nunca más permitiria que alguien la hiciera sentir menos. Ahora, adulta y en busca de un nuevo comienzo, Luna acepta con urgencia un trabajo como cuidadora de un paciente misterioso y millonario. El destino se burla de su promesa: el hombre en silla de ruedas no es otro que Caio Ventura. Más frío, más amargado - y completamente dependiente de ella. Obligados a convivir bajo el mismo techo por fuerza de un contrato, Luna y Caio se enfrentan a diario como si estuvieran en guerra. Pero la línea entre el odio y el deseo es peligrosa y, a veces, casi imperceptible. Entre provocaciones, una tensión que no para de crecer y secretos enterrados, el rencor del pasado da lugar a algo más profundo... y mucho más arriesgado. Pero Caio esconde mucho más que su condición física - y Luna puede descubrir demasiado tarde que, para liberarse del pasado, deberá enfrentar la verdad sobre el hombre que juró destruir... y terminó deseando.

Contenido

Capítulo 1 Prólogo – Capítulo 0

\[Flashback – Seis años atrás]

- ¡Luna! ¡Todos están mirando! - susurró la amiga, intentando cubrirla con su abrigo.

Pero ya era demasiado tarde. Las risas resonaban por las paredes de la universidad como cuchillas. Gritaban su nombre, se burlaban de su ropa, de su ingenuidad... y de la carta de amor que ella había dejado en su casillero.

Caio Ventura estaba en el centro del grupo, alto, impecable, con esa sonrisa cruel estampada en el rostro. Sostenía la carta en las manos como si fuera un trofeo ridículo.

- ¿De verdad pensaste que me iba a interesar por ti? - preguntó, con la voz cargada de desprecio. - Esto es patético.

El corazón de Luna se rompió allí, frente a todos. No por el rechazo. Sino por la forma.

Por el placer que él sentía al humillarla.

Por las risas de los compañeros.

Por la vergüenza que se pegó a ella como una cicatriz.

Esa noche, juró no volver a mirar a Caio Ventura a la cara.

Ni en un millón de años imaginaría que, seis años después, él estaría sentado frente a ella. En una silla de ruedas. Y necesitando de sus cuidados.

El destino tiene un sentido del humor perverso.

Y Luna aún no sabía que ese reencuentro cambiaría todo.

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