el cinturón de seguridad, y su brazo extendido haciendo de barrera sob
n rapidéz para llegar pronto a casa. Pero a la mitad del camino
un año Maurizio lloraba por todo, pero ahor
en la tierra bajo mis pies. Podía sentir como el pulso me había aumentado y la manera en la que co
murieron en su boca cuando escuchó lo mismo que yo. Él, más des
con suavidad. Mi hermano, en pleno llanto, levantaba la cara al cielo, dejando ver su rostro rojo y la tela de su playera azul húme
hemos llegado. No ha pasado nada malo con Li
a en alrededor de sus piernas. Me miró por unos segundos y
as en casa, abrazarlo y esconderlo entre mis brazos p
que solo se limitó a atender a Ma
pequeño niño lo fuera a rechazar. Pero él ni siquiera le respondió. Estab
. Así que solo se quitó la chamarra y una vez que la colocó sobre el cuerpo de mi hermano, sus brazos fuertes se esforzaron para cargar a
e Enzo me miraron pidiendo que abriera la puerta. S
o le pasara a Mauriz
¨¨
fiebre y dormía sobre mis piernas. Uno de sus brazos se había extendido hacia mi play
compresas húmedas y revisar su temperatura cada diez minutos desde que llegamos. Yo, solo había lo
ngo ha
io
entí al momento en que mi hermano dió un respingo,
n el mismo lugar de horas atrás, mientras tomaba la temperatura
onto, aún con la vista clavada en el rostro d
ás cosas para Maurizio y para mi. Ellos, al ver que no lo acepté, le pidieron a Enzo que me ofre
. no querer depender
ue había dejado de atender con tanta frecuencia como antes. Ella tendría que haberse mudado aquí. Y por esa razón, tampoco dije que sí. ¿Qui
er como su casa, construida con
a mal agradecida, pero no podía aceptarlo. Simplemente no podía. Además, él ya había hecho mucho
one
n. Pude notar que sus pómulos se tornaron rojizos por unos momentos. Pero no me importó. "Te... agradezco por
ntó de pronto.
Yo
.. cómo es qu
se volvió un tanto incómoda. Así que dejé ir su ma
algo" El panico entró
io, y con Enzo casi inclinado sobre mi cuerpo, mis pos
urizio a su cama o ter
. Sólo se apartó, un segundo suspiró dejó sus labios y pasó las manos sobre su cabello
no me había dado cuenta, y me puse de pie para lev
astes que había dejado sucios. Solo ahí me di cuenta de que Maurizio había lavado la mayoría de cosas que
mpo a algún lugar. Si hacíamos algo cinco minutos antes o después de haber establecido una hora, se e
ó pensar que
a mis espaldas. Una vez me giré, pude verlo recargado en la barra que mi hermano había
dicho que me acelero demasiado y nunca
ie
as yo intentaba no mover el pie de un lado al otro, esperando a decir... "El h
" no pude evit
o dislocado. El problema que te
ldi
ajena, me dice "es que él se la pasa maldiciendo todo y... a todos. El punto es, que su hija may
gas que e
momentos. Tanto que me ha
lugar por seis meses, pero, la verdad, prefiero quedarme
onces
paciente en lugar de cincuenta debe ser pan comido" Enzo me sonríe mostrando sus perfectos dientes. Dios, cualquier chica caería a sus pies "y la paga es lo mejor. Es cuatro veces más que lo que ganas e
o que pagaba más del doble de mi sueldo.
tan le
ntes. "Déjame decirte que mamá tiene este auto que ya no utiliza y, casualmente, tiene mucho tiempo libre. Así que no te preocupes por Maurizio, él puede qu
a él. Sus labios rosaceos se torc
horas de
Tré
mó de los hombros. Y estaba segura de que estaba
N
tendrías el sueldo de cinco personas en el hospital si vas con ésta familia. Por un año. Tampoco es que el auto sea
l beneficio de tener un relativo de
mi her
n de vacaciones. Sabes que los llaman en casos extremos y no necesitan salir de casa por mucho tiempo. Maurizio los conoc
is pensamientos van con tal velocidad que d
sé...
. Ese hombre es casi un roble y no debería dar problemas. Pero por favor, di
tar. ¿Desde cuándo me ponía
sarlo demasiado "iré
on el celular en la mano, se
de vas,
a la entrada de la cocina. Con la frente perlada en sudor, las mejillas rojas y envu
dose entre su hombro y oreja, dice palabras como "sí" y "muy bien". Antes de que me mueva un centímetro más, él ya e
res doctores del hospital atiende a mi herm
ser tan m