su cabello desordenado, además el olor delataba que había estado bebiendo. Cuando quiso ponerse derecho comenzó a tam
a la verdad no lo esperaba. Víctor nunca llegó si
me respondió arrastrando la voz y con tristeza que se le n
que se apareciera borracho en la puerta de mi casa a altas horas de la noche. Franca
lo despedía diciéndole que regresé luego. Esa última opción me parecía cruel, pero en verdad estaba considerándola po
rle a entender a Víctor que estaba con él y que debía marcharse. Yo me quedé inmóvil y debo admitir que me puse muy nerviosa. Tenía mucho miedo de l
preguntó Víctor miran
s creo que yo soy quien debería hacer esa preg
niel, no trates de impedirlo – dijo Víctor casi suplicándole a D
menos presentarte en otra condición?
El me miró fijamente por un momento mostrándome su desacuerdo, pero al ver la seguridad en mis ojos se fue sin decir una palabra.
verdad es que verlo así nubló mi alma. Sabía que ya no estaba enamorada de él, pero había algo en mí que lo apreciaba dema
e debía ningún tipo de explicaciones, pero lo menos que quería en e
uneral de su padre y como en esa ocasión sentí como dolía mi corazón. Sentía su gran tristeza flotar en e
es ocasiones, siempre iba a mi casa en su bicicleta a pasar la tarde conmigo. Jugábamos todo el tiemp
similar por mi cuando después de mi fiesta de cumpleaños número 16 me dio mi primer beso y pude sentir amor en ese gesto. F
los dos se podía palpar. hasta que un día Bea me confesó lo mucho que lo amaba y que quería estar con él, la verdad es que ya lo imaginaba, pero e
taría como yo estaba decidida a hacerlo, tenía que dejar de quererlo. El solo decirlo dolía, pero era él o mi mejor amiga y sin duda no estaba dispuesta a perderla a ella. El amor se podría
po le pedí que seamos solo amigos o que de lo contrario no seguiría cerca de él y Víctor accedió a mi petición, aunque pude notar como lo invadía la
a mejor pareja, los dos estaban el grupo de las mejores personas que había conocido. Sin embargo, ahora se aparece frente a mi puerta borracho alegando que necesitaba verme. Aun se me hace difícil creer todo lo que ha suce
éndole seña hacia de
me a esta hora - me dijo mi
mediato, pude notar como los celos ardían en sus ojos como si tuviera algún d
rompa mi corazón de esta manera, sentí como su
s que nada deseaba más en ese momento que poder entregarme a Daniel por completo
licación sobre el asunto, él aun no comprendía que no podíamos estar juntos porque sin importar el mot
sabía lo que ella había hecho tenía la seguridad de qu
abía que debía casarme pronto para poder cobrar la herencia de mi padre y creí que Bea era mi mejor opción. Es una mujer muy exitosa e inteligente y sabía que nadie me amaba más que ella. Era la mujer perfecta para formar la familia que quería. L
mientras volvía mi mirada al piso, no quería deci
dado nuestros besos. Estaba con Bea porque me había resignado a que t
y me miró directo a
ende que Bea no merece nuestro sacrificio, es momento de darle libertad a nuestro amor – A Víctor y
inmediato mi cuerpo pudo notar que ya no se sentía igual, ya no podía reaccionar como hace años atrás. Las mariposas ya no
a seguir ahí con Víctor, de ninguna manera podía corresponde
con su mirada triste tra
estar sola para pensar que es lo que haré de ah
se conmigo para siempre. Eso era algo que definitivamente no esta entre mis planes, ya hacía tiempo que había salido de m
señándole la puerta, esperando que lo hi
regresaré hasta que te tenga conmigo para siempre – s
ía con seguridad que ya no lo amaba, pero verlo triste me entristecía a un nivel inexplicable porq
en mi cama pensando en lo que posiblemente hubiera sucedido entre Daniel y yo si Víctor n
entre piernas. La verdad es que lo que estoy sin
é que lo último que vi en mi cabeza fue la pe
asa y que traería a un amigo. Me sonreí al pensar que por fin Adriana se dignaría a presentarme ese novio que tanto me había estado ocultando pero que yo siempre
bía que quizás se sentía un poco herido debido a que anoche preferí quedarme con
niel, me gus
l mensaje, pero no recibí ninguno a cambio. No puedo negar que me sentía algo decepcionada y triste, sé que tal vez lo arruiné al quedarme
spondería. Me paré de la cama y me di un baño, me puse una ropa ligera pero elegante, re
uso triste pero inmediatamente mi cerebro pudo calmarlo alegando sobre la vida muy ocupada que llevab
dispuesta a dejarme conquistar, algo me decía qu