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ía bien ot
o gruñó y se q
lo entendí. Pero ahora... ¿qu
tiempo seria y triste. Hubo un sil
mantiene en marcha. Es m
arse del rumbo que seguía el barco. Iban en dirección suroeste, y Logan no
mio más valioso. ¿Cómo había llegado alguien tan joven a acumular tanto odio? Quizá no fuera tan difícil, tales eran las desgracias que algunos tenían q
o. Era tan menudo y casi... lánguido. Extremadam
ue la conclusión a la que había llegado era cierta. Pero ¿por qué? ¿Y
e su cubículo en la bodega. Brendan se disculpó mi
s vuestros talentos y por eso... En f
intió, m
Me lo tomaré co
iones y hamacas, y subió a cubierta. Ah, la cubierta. Aire fresco. El ambiente estaba limpio y despejado y la brisa
. Pero entonces una mano lo agarró del hombro y lo condujo hacia el camarote d
s
ogan vio al capitán vestido por completo con calzas, camisa, chaleco, casaca, botas y sombrero, sentado a un gr
bierta. Confieso, sin embargo, que no confío en vos. Dicho esto, mi contramaestre parece creer que estaríais
l tintero. Por fin
os gran cosa, me temo, pero dado que sois muy hábil con las armas, lamentaría perde
dureza, sin asomo de humor en el sem
é adónde podría escapar. Las aguas
test
de un modo u otro. Y, como os decía, para nosotros significa muy poco, dado
e. Aquellos ojos eran... De a
de que no intentaré escapar
l capitán. Robert el Rojo pareció calibrarlo con una mirada
y es día
col
Logan, in
de co
estamos
en ef
esperdiciar
blia al borde de la mesa. Poned vuestra mano
pitán. Su rostro juvenil podía ser el de una golfilla
aréis la
ma y comenzó a escrib
aña
Logan ama
s notado. Por lo demás, el