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Historia
El prometido que me robó la vida

El prometido que me robó la vida

Autor: Gavin
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Capítulo 1

Palabras:2837    |    Actualizado en: 15/12/2025

a perfecta. Pero en nuestra cena de compromiso, escuché su verdadero pla

io inducido por el estrés". Santiago, creyendo sus mentiras, m

ival, Katia. Me humilló en una fiesta, obligándome a usar el mismo vestido que ella, y luego me acusó

a orquestó, Santiago me mostró pruebas falsas de mis "crímenes". Me

de destruir a su familia. Nunca vio que ellos

onía, finalmente lo entendí. El hombre que am

pre, una fría paz se apoderó de mí. Po

ítu

a P

postal de San Miguel de Allende. El estómago se me revolvió, un nudo familiar de nervios apretándose en mi pecho

eguntó, su voz u

s bien una pesadez, un dolor sordo. Santiago siempre decía que yo batallaba con las emo

rró. "Mi familia te va

pesadas puertas de madera se abrieron, revelando un vestíbulo resplandeciente. Ris

apoyada contra una columna de mármol, una imagen de frágil belleza. El rostro de Santiago se iluminó, una sonrisa más

voz llena de una adoració

a menor de Santiago. Sabía que tenía una enfermedad crónica, algo serio, pero Santiago rara vez hablaba de ello. La envolvi

"Carmina, ella es Elna. E

imperceptibles. "Qué gusto conocerte por fin, Elna. Santiago habla d

Tan acogedores. Quizás mis preocupaciones eran solo mi torpeza e

r formidable, impecablemente vestida. Su mirada era aguda, evaluadora. Abrazó a Santi

como la seda. "Santiago nos ha contado

stido, o mi peinado, sino sobre mi salud. Murmuré un gracias, sin

ano tocando suavemente el brazo de su hija. "Tan frágil. Esperam

Santiago, pero estaba enfrascado en una conversación con Carmina, de espaldas a

muró, casi para sí misma. "P

sin sentido. Pero las palabras de la señora De la Vega, su intenso escrutinio de mi salud, res

iago llamó "una rápida puesta al día". Apretó mi mano antes de irse, pero sus ojos ya

amable de traer mi... broche de la familia del desván? Simplemente debo tenerlo para esta noche". Señal

a marioneta muda. Cualquier cosa pa

rpadeó hasta encenderse. Mientras buscaba el broche, una voz subió desde abajo, clara y distinta. La voz de Santiago. Y la de Carmina. No ha

endentemente fuerte, desprovista de su fragilidad habitual. "Los doctores

piración. ¿Compati

desesperada que nunca antes le había escuchado. "Pero... Elna... no sé cómo decírs

acero en su tono. "Siempre está tan ausente. No entenderá la gravedad, la belleza de est

? ¿De qué estaban hablando? Entonces Carmin

lla estará fuera de nuestras vidas, y finalmente podrás casarte co

s. Un riñón. Mi riñón. No estaban planeando una cena de compromiso. Esto era una trampa para

De la Vega. Todo encajó, un rompecabezas horrible. El dolor sordo en mi pecho se inten

Elna, querida? ¿Lo encontraste?". La voz de la señora

a del suelo, la caja de madera tallada olvidada. Mi corazón martilleaba contra mis costillas,

nrisas, las risas, el tintineo de las copas, todo se sentía distante, amortiguado. Mi mente

aje de un número desconoci

onocía su plan. El nudo en mi estómago se apretó, esta ve

urmuré, agarrándome el estóm

lo de preocupación en sus o

esesperada por alejarme.

uerta con seguro detrás de mí, apoyándome contra ella, tembla

a. "¿Elna? ¿Estás ahí?". Era Carmina. Su voz

través de la puerta. "Arriba en el

sabido todo el tiempo. Me quedé paralizad

de su habitual dulzura delicada. Sus ojos, tan parecidos a los de Santiag

ndo?", tartamudeé, mi

endo sus labios. "Nos escuchaste. ¿Y sabes qué? Es verda

scaro. La planificación a sangre

. Más que tú. Hará cualquier cosa por mí. Y si no cooperas... bueno, las cosas se pondrán muy desagradables para ti". Sus ojos

algo podría doler. Sentí una extraña quemazón detrás de mis ojos, una sensación q

o se contorsionó de dolor. Se desplomó en el suelo, boque

o la había tocado. Esto era o

stro grabado con alarma. Vio a Carmina en el suelo, jade

", gritó, corriendo a

imarme", gimió Carmina, su voz débil y tembl

a llenos de una incredulidad pé

labras. La traición fue un golpe físico.

apareció de repente la señora De la Vega

o me dedicó otra mirada. La sacó, sus pasos resonando por la gran escalera. La

nsordecedor. Mi mente era un torbellino de confusió

coche hasta el hospital, una extraña compulsión me impulsaba. Desde l

ro tuvo un episodio severo inducido por el estrés. Su función renal está disminuyendo rápidamente. Necesita un

era su juego. Su cruel y elaborado

s ojos, cada vez que se encontraban con los míos, tenían un brillo malicioso. Santiago regr

y peligrosa. "Después de todo lo que Carmi

e, mi voz apenas por encima d

octores confirmaron su condición! ¡Su riñón está fallando

eando veneno. "Y tú, Elna, eres una compatibilidad perfecta. Una compatibil

n mi boca. "¿Quieren que me someta a una cirugía ma

oportunidad para que nuestra familia vuelva a estar completa. No tienes idea de lo que hemos pasado. Todo

e en sus ojos. ¿Duda? ¿Culpa? Desapareció ráp

oz plana. "Elna necesita ayuda.

en, Elna", dijo, sus palabras desprovistas de cualquier calidez. "Necesita

a un lugar que se sentía como una prisión, un "centro de corrección de conducta". Fue brutal. Los días se convirtieron en semanas, llenas de disciplina sever

hecho yo? ¿Por qué quería destruirme? La confusión me carcomía, un dolor constante y sordo. A veces, la desesper

uciendo impecable y poderoso, un marcado contraste con mi yo desgastado y vacío. La esperanza, un sentimient

con un aire de confianza, casi depredador. La sangre se me heló. Era Katia Ramírez. Una chica de mi pasado,

xtrañamente plana. "Estás... bueno, estás de vuelta". Señaló a Katia. "Ella es Katia. Ha sid

ndo con triunfo. Una victoria silenciosa y cruel. La mano de Santiago descansaba

murió, reemplazada por un vacío profundo y escalofriante. No había ve

ado durante una de nuestras primeras citas. "Elna, ere

o se acabó. Mi corazón, que acababa de empezar a agitarse con

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