img La cicatriz que liberó mi alma  /  Capítulo 4 | 40.00%
Instalar App
Historia

Capítulo 4

Palabras:1151    |    Actualizado en: 11/12/2025

ista de An

do a ceniza en mi boca-, descubrieron

s no dichos. Carlos se estremeció de nuevo, un temblor profundo

que si me divorciaba de Carlos, se mataría. Dijo que su dinero era su única seguridad. Mi padre

su mano volan

con eso? ¿Después de

mirando

o al día siguiente, sin avisar, sus rostros contorsionados por la furia y la desesperación. Me ac

i madre, agarrándose el pecho dramáticamente-. ¿Me o

o, había dado un paso adela

ros? ¿Crees que puedes simplemente tirar esta vida a

al de mis padres y la herida abierta en mi alma por perder a mi bebé, sentía

ept

os estaban simplemente... chupándome la vida, peleando por las sobras de mi existencia. Miré a Carlos, luego a mi

a mi cara, su respiración superficial. Él

le-. Agarré el cuchillo más afilado que pude encontrar

tó un gri

os mío, nunca

lágrima escapando y trazando u

uedó mirando. Se lo dije. Le dije: "Firma los papeles, Carlos. Fírmalos ahora. O juro por Dios que lo ha

ra por mí, me di cuenta más tarde. Era por el escándalo. Por

ebrándose ligeramente-. Necesitaba que todo

El acero frío contra mi piel. El dolor agudo y punzante mientras la

delante, agarrando mi brazo, forzando el cuchillo lejos. Pero e

ron, sus amenazas momentáneamente olvidadas. Había sacrificado un pedazo de mí misma, literalmente, pa

, dejando atrás solo un dolor sordo. Karla

-. Mi pobre y dulce Andrea. ¿Por qué? ¿Por qué

ado en su fuego cruzado -dije, mi voz recuper

nterrado en sus manos. Sus hombros temblaban con lo que parecía angustia gen

ria cruda dirigida a Carlos-. ¡Te quedaste ahí parado y la viste! ¡D

la mano para tocar su brazo sua

de mí, sacudi

r estado aquí, Andrea. Debería haberte protegido. ¡Debería haberles

suave-. Estoy bien ahora.

ándome con ojos l

ar por eso sola. No ten

n pequeño destello desafiante

rta del auto

Puedo pedir un

muñeca-. Andrea, por favor. No te vayas. Déjame compensarte. Todavía puedo compensarte. Lo sient

arrogante magnate de la tecnología, reducido a un desastr

u amante sobre tu esposa embarazada? ¿Por dejar que mis padres me usaran como moneda de cambio? ¿Por verme san

golpe con una finalidad que resonó en la

da, pero no miré atrás. Hice señas a un taxi que

Un dolor familiar resonó en mi pecho, no de anhelo, sino de los ecos persistentes de lo que una vez fue, y lo que nunca podría volver a ser. Estaba rogando por perdón,

Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY