ella
de mí. Conocía ese lugar. Era peligroso incluso con buen tiempo.
era real. "¡No, Estrella! ¡No puedes ir! ¡Es demasiado peligroso! ¡Te aho
mpujé. Salí corriendo. Ya estaba oscuro. El
nquieto. Lo monté. No había tiempo para una silla de montar. A pelo.
. Las ramas me golpeaban. El viento intentaba derr
e él me había causado. Pero otra parte... esa parte, la que él había conquistado con una mentira, aún se ne
rro a la fuerza. Yo estaba ahogándome. Él me había salvado. Fui obligada a casarme con él por mi familia en decadencia, la familia Mascaraque. Pero yo creí que él
d de pagar esa deuda. Mi oportunidad de liberarme de M
determinación. No dejaría que Mauricio muriera. No dejaría que se sal
o. Mi fuerza. Los Mascaraque me habían enseñado a montar. Me habían enseñ
a de la cascada. Un derrumbe. Rocas. Barro. Mauricio estaba inconscie
ierto de heridas. Murmuraba algo. Me agaché. Mi corazón
, susurró. Su voz era apen
eterminación, se encogió. Se rompió en mil pedazos. De nuevo. Fe
. Cruel. Él arriesgaba su vida por una mujer que n
da era lo único que importaba
ro mi determinación era más fue
noche. Lobos. Era la época de cría. Eran
el instinto de supervivencia. Mi instinto an
Me puse de pie. Miré a los lobos. Eran cinco. Sus ojo
ité. Mi voz era fuerte.
fuerte, bajo la lluvia, los intimidó.
o brilló en la oscuridad. Corté. Herí. Los lobos aullaron. Se re
amiliar. El mismo dolor que Mauricio había fingi
ricio sobre el caballo. Me monté detrás de él. Lo sujet
n corriendo. Felipa. Mis padres biológicos. Los amigos de
ritó Felipa. Corrió hacia n
Mis fuerzas me abandonaban. El dolor en mi br
ncontraron con los suyos. "Tuyo. Siempre t
z blanca. De nuevo. El zumbido familiar. M
sientes?" La voz de mi madr
stá Mauricio?" Pregu
"Está bien, mi amor. Se recupe

GOOGLE PLAY