img Me prometió para siempre y me dejó  /  Capítulo 5 | 33.33%
Instalar App
Historia

Capítulo 5

Palabras:1069    |    Actualizado en: Hoy, a las 15:53

as y rotas. "Lo... lo siento". Mi voz era apenas un susurro, un fantasma de soni

ró desde arriba, sus ojos desprovistos de cualquier dolor real, solo una escalofriante satisfacción. "Está bien, Lena",

Retrocedí, apartando la cabeza bruscamente. N

su rostro todavía grabado con ira, su brazo todavía protectoramente envuelto alrededor de Aleja

as púas perforando mi ya destrozado corazón. Corrí hasta que mis pulmones ardieron, hasta que el campamento se desvane

garrándome. Mi teléfono vibró en mi bolsillo. Mis padres. Mi único consuelo. Escribí un me

etumbó en la distancia, un gruñido bajo y ominoso. El pánico se apoderó de mí. Estaba sola. En lo profundo de un bosque desconocido, con una tormenta gestándose,

mente acelerada. Tenía que

eciente. El trueno se hizo más fuerte, más cercano. La lluvia comenzó a

y Alejandra estaban de pie cerca de la cabaña principal, acurrucados bajo un peque

or la frustración, al verme. "¡Estaba muerto de

né, la lluvia pegando mi cabello a mi cara. Mi vo

e al bosque, en una tormenta, por tus aparatos

voz ganando un filo desesperado. "Los

dose. "¡Tienes diecisiete años! No puedes simplemente salir

bras arrancándose de mi garganta, crudas y dolo

ocupado por ti! ¡Igual que estoy preocupado por Alex! ¿Crees

s cosas que había escuchado ayer. Me golp

lejandra, aferrándose a su brazo, temblando dra

sus ojos todavía estaban en mí, lleno

rededor parecía reflejar la tempestad en mi corazón. Los tres estábamos allí, empapados

do agudo, tropezó hacia atrás, arrastrando a Javier con ella. Su pie resbaló en el suelo resbaladizo y fangoso. Extendí la mano instintiv

áspera rasgando mi piel. Un dolor agudo me atravesó la cabeza al golpear algo duro. Mi visión nadó. Y entonces, el mundo se quedó en sil

evo. En la oscuridad, en la tormenta, en el silencio. Era

ía oírla. No podía oír nada. El aterrador silencio me pre

mirando hacia abajo, su rostro una máscara contorsionada de miedo

nos!", gritó Alejandra, su voz un movim

a hablando, gritando tal vez, pero no podía oír una sola

! ¡Por favor! ¡No otra vez!". Los ecos del accidente de coche, de ser dejada sol

stro, luego en el de Alejandra. Su m

ró una última vez, una breve y atormentada mirada, y luego se fue. Desapareciendo

Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY