fía Vi
noche, una vibración áspera e insisten
llo iluminando el oscuro
n Mont
orazón hiciera piruetas. Ahora
. Suite 18
. No una
ento, pensando que finalmente quería habla
ía que no
mi papel. La hermanita ob
asiado rápido, me encerrarían
estido negro. Sin m
sombra. Eso
rascacielos de uso mixto donde los pisos superiores ser
or, viendo los
8
abrieron con un
de la suite. Ni siquiera me
o, ¿quién le t
sada puerta
y sándalo, el aroma d
estab
o del traje desechado, su camisa blanca desabotonada en
bello oscuro, mandíbula afilad
estaba en
con un dedo de manicura perfecta. Su vestid
a central de una
ingiendo sorpresa. Enterró su
dijiste que ven
la miró. M
era fría.
voz era un barítono bajo que
gunté. Mi voz e
a, al poder que llevaba como una segunda piel-. Quería
artando suavem
a sobre mí, irradiando ca
padre que te ibas
S
ntentos desesperados por atribuirte el mérito
lsillo y sacó un sobre
. La esquina se clavó
quiero allí. Quiero que nos veas decir nuestros votos. Qu
a invi
negro e Isabe
exquisita. Como un
ndido
Esperaba que gritara que yo era Siete, l
epitió, entrece
-dije-. Te deseo
vuelta
-ladró
det
ate. Ni siquiera tienes el fu
vemente, negándome a volver la vi
a
e mí. Un sonido cruel y tintinea
momento después. Se dirigían a
manteniendo la distancia, un f
México cortaba mi delgad
et. Damián la rodeaba con el brazo po
metros de dista
trero de neón del club de j
incón
rido del metal
o oxida
letrero gimió y se desprend
espl
! -gritó
evantó l
fracción
quierda. Isabel e
ancho. Iba a go
elocidad antinatu
bala
e abalanz
ribándola al pavimento, protegién
ó allí
l se esmi hombro, mi es
volvió blanc
stada bajo acero reto
ía res
renoso. La sangre se acumulaba cál
Dam
o, sacudiéndose el
o a Isabel a p
reguntó, su voz frené
me raspé la rodi
uerza. -Te teng
a la i
escombros a metro y
miró
ientras la oscur
casa de seguridad estab
speraba estar

GOOGLE PLAY