img La Huida Ardiente de la Esposa Trofeo  /  Capítulo 1 | 3.57%
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Historia
La Huida Ardiente de la Esposa Trofeo

La Huida Ardiente de la Esposa Trofeo

Autor: Gavin
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Capítulo 1

Palabras:1625    |    Actualizado en: Hoy, a las 15:48

era salvaje en su esposa trofeo perfecta. Mi padre lo aprobaba, an

Pero el verdadero horror comenzó cuando Alejandro me castigó

mi período en el agua congelada,

dijo a sus guardias-. Qui

encerrara en un cuarto de pánico, donde mi venenosa herm

quería una compañera; querí

nastra al altar en mi lugar, volé en mil pedazos la mansión familiar y abo

ítu

negro. Cuando abrí los ojos, el olor estéril del hospital reemplazó el hedor a llanta quemada y a mi propio miedo. Fue una

eoblog de viajes que había acumulado millones de seguidores. Ahora, solo era la prometida de Alejandro Garza, una esposa trofeo en entrenamiento.

mujer de tu posición". Él veía mi espíritu vibrante como una carga, un doloroso recordatorio de mi madre, la artista de espíritu libre que no pudo controlar. Así que m

stener una taza de té, cómo tener una conversación educada con la esposa de un embajador, cómo sonreír sin mostrar

ub de Industriales, Camila me había acorralado junto a la fuente de cham

un poco... excesivo? Alejandro prefiere un loo

or subir a m

ás afilada de lo que pretendía-. A diferencia de algunas, no nece

na grieta delgada en

olo intenta recordar tu lugar. Algun

almente fríos y calculadores, estaban aún más gélidos mientras me recorrían con la mir

preguntó qué había pasado. No preguntó cómo me

mí. En nosotros. ¿No puedes simplemente seguir las reglas

importaba yo. No la Sofía aventurera y rebelde. Le importaba la imagen, la reputación, el control. Quería una esposa, no u

en el hospital, mi cuerpo dolía, pero mi mente estaba más clara que en años. Los médicos dijeron que tuve suerte. Un milagro, incluso. No sabían que el verdadero milagro

jos, algo nuevo parpadeaba. No la resignación aburrida a la que me había acostumbrado, sino un

ré, con la voz

ritorio de caoba, luciendo como el titán de la Bolsa que era. Camila también estaba allí, posada en

con Alejandro -declaré, mi voz firm

almente una máscara de cal

¿Todavía estás afectada por el

irada furiosa-. Y no soy una niña jugando. Soy

trelló contra

alianza que beneficiará a nuestra familia por gen

, una risa amarga escapando de mis labios-. Y para Camila. Ella siempre ha sido tu hija obedi

squebrajándose bajo la acusación implícit

stás in

ue si la fusión De la Vega-Garza es tan vital, y si Camila es

a abierta. Luego, una lenta y depredad

n una luz calculadora, ignorando por completo la conmoció

inando de un lado a ot

s ya encorvados con el peso de nuevos planes. Mi padre, el empresario despiadado, el hombre que valoraba el control y la reputación por encima de todo, estaba re

mi pasaporte y tramité lo necesario para irme a Franci

n serio? ¿Simplem

dejar todo atrás. La jaula dorada, las reglas

n mi pecho. El aire estaba cargado del olor a sudor, bebidas derramadas y libertad pura. Bailé, reí, b

asa? ¡Estás actuan

í, mis ojo

soy. Y se s

muy abiertos por la preocupación-. ¿Qué ha

i bebida, el fuego líqui

sa más rebelde-. Considéralo re

se ahoga co

amabas, ¿no? ¡Todos esos años,

se sentían distantes, como un sueño

o libertad. Libertad real. Y esto es solo el comienzo. -Crucé la mirada con un modelo al otro lado de la sala, su cabello oscuro cayen

liar. Ni siquiera necesité levantar la vista. Mi corazón se encogió,

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