Alina
piedra fría, un dolor abrasador
ón se volvió borrosa, luego, lenta y a
ola en sus brazos, su mejilla pres
res, estaban llenos de una ternura
da más fría que el hielo,
una furiosa protección que nunca había presenciado, ni siqu
en su abrazo, so
olvió loca, Arturo! ¡Me atacó s
bras, goteando falsa inocencia, torc
avorito de Hades! ¡Es t
ades. El precioso pájaro
a triunfante cruzando su
eé, mi voz cruda, m
cuerdo de mi padre!
entrecerraron, su agar
rol. Mimada. Cruel. Estoy decepcionado de ti". Me inte
perdón a K
re se m
ir p
ués d
rdaderame
pí, el desafío ard
ro se endureció.
la encierren. Denle diez veces lo que
paldas se materializaron
. Mis brazos fueron torcidos detrás de mi es
ca, se alejó, dándome la espald
ejó allí, a merc
u completa indiferencia a mi sufrimie
estrozado, se de
brutales, tal como A
l labio para no gritar, negándome a darles,
isión se nubló con lágrim
ntía como una p
, una muñeca de trapo rota
uro suelo como un
s cuando mi espalda golpeó el suelo. Me acurruqué en posición fetal, temb
na oración desesperada. "P
e tragó miseri
o
su sonrisa gentil, mi madre riendo cerca. Un sueño de una vida
ento dulce
rozado por un cho
e de golpe, mi cuerpo con
golpeó. Estaba acostada en
bitación. No era
de e

GOOGLE PLAY