/0/20486/coverbig.jpg?v=a58d880281faa2e729d9beb1ed027f7c)
de bodas, planeaba decirle a m
rodillarse para proponerl
ó, me empujó por una
ndo a nuestro bebé. El doctor l
ché la voz de mi esposo por teléfono-
consolando a su amante por una quema
mentiras y cinco promesa
diagnóstico de aborto espontáneo, firmé los papele
ítu
ra
as, vi a mi esposo arrodillarse para
de México. Era una fiesta que Ethan había organizado, supuestamente para celebrar una nueva ronda de financiamiento para su empresa de t
Siempre
urva de mi vientre. Tres meses. Nuestro secreto. Nuestro pequeño milagro. Esperaba el momen
cuando come
de los nuevos socios de Ethan,
nes! ¡Recrea el momento más épico de tu juventud! ¡Pí
rrió a la multitud. M
u vida perfectamente curada era una presencia consta
o un ángel de las redes sociales con un vestido rosa pálido,
na melodía dulce y susurrante que yo sabía que deb
"¡Hazlo! ¡Hazlo!" alimentado por licor
sta. Me miró por una fracción de segundo, una disculpa silenciosa en su mir
ó hacia
-dijo, su voz suav
es, se a
lante, de repente se sintió cavernoso y helado. Todo lo que podía oír era el latido fre
las cámaras de los teléfonos crearon un efecto estroboscópico, ca
la mano, para él. Siempre le dolía la cabeza cuando bebía demasiada cha
isto. Yo era un fantasma en m
itó alguien-. ¡Bésa
na risita, incl
ficientemente alto para que los que estaban cerca la oyeran. Sus ojos se dirigieron hacia m
mi estómago, un movimi
dulzura empalagosa y falsa-, no podem
. El "estado". Mi secreto, ahora un ac
sus labios contra los de ella como exigía la multitud. Mis pies estaban cl
final. El que lo
th
ble sobre el estruendo, pero cortó
ar de rostros sonrientes se abrió, y de repente
levantó bruscamente, soltando la mano
tono cortante-. ¿
arrastrando las palabras el inversionista, Marc
ojos estaban fi
z plana y muerta-. Hoy es nues
itud. La gente comenzó a retroceder, bajando disc
apretada por la ira. El encanto se había ido, reemplaza
ijo, caminando hacia mí-. Est
oche. Había imaginado que nos iríamos temprano de la fiesta, acurrucados en la cama, mi cabeza en su p
u rostro una máscara de preocupación. Intentó tomar la taza de ca
-dije, ret
atral-. Todo el mundo decía cuánto me sigue amando Ethan, que so
ocación deliberada. La mal
nces s
ltó un grito agudo, tropezando hacia atrás. El café caliente
ose caer al suelo, las lágrimas br
da. Yo era la esposa celosa e histérica
lado, su hombro me empujó a un la
¿Estás bien
ión una tormenta de furia di
nios te pasa? ¡Mi
voz fue ahogada por los so
pósito, Ethan!
a los huesos. Me miró, a mi mano que aún descansaba sobre mi estómago, y su ro
golpe físico. El mundo
os, su cabeza descansando
llevar a
camino bloqueado por la gran y ampli
era un pájaro frenético golpeando contra mis costillas-. No
no, Kiara -gruñó, t
voz quebrándose-. No m
, perdiendo la paciencia. Tenía que pasar
es de negocios" que coincidían con sus eventos de influencer. Las mentiras. Las excusas. Le había
sperado intento de alcanzar al hombre que u
ro una máscara d
mpo para tu d
un empujón vio
a quitarme de su camino, despejar su paso para llevar a
quilibrada. Embarazada
hó en el borde del
pareció detenerse. Vi su rostro horrorizado, el destell
ertiginoso y doloroso mientras rodaba, una

GOOGLE PLAY