Sofía T
carcajada un golpe pequeño y agudo. Estaba disfrutando esto, ac
to, Sofía? ¿Te das cuenta
a perfecta de lástima y preocupación. Era una mirad
día. -Se volvió hacia mí, sus ojos brillando con malicia-. Sofía, querida, debes tener cuidado. He oído cosas terribles sobre Bru
do, un coro de advertencias
razón,
bre es u
apuesta segura.
do y rogado a Leonardo que perdonara mi tonto arrebato. Pero la chica que temía su juicio se había ido hace mucho
oz firme. No era una respuesta,
actuación. Necesitaba una víctima. Dio un paso más cerca de mí, su man
solo me preo
ezó, no lejos de mí, sino contra mí. Su hombr
staba en
de un sollozo fuerte y desgarrador. Se acunó
Por qué me
su rostro una máscara de furia atronadora. La ayudó a pon
¡Estaba tratando de ayudarte! ¿Qué te pasa? ¿Tus cel
acogido a Jimena, le habían dado un hogar, una educación, todo lo que tenía. Pero no era mi hermana. Ni siquiera era de
otector de Leonardo, me lanzó una
sin alegría esca
la t
mocosa malcriada toda la noche, y ahora esto. ¿Es porque le mostré un poco de atención
culpa. No debí... solo quería que todos fuéramos una familia feliz. -Sus palabras era
lrededor se hicieron más
ste
directament
eviño tiene un
saparecido, revelando al monstruo que conocía tan bien. Por un segundo aterrador, pensé que iba a golpearme, aquí mi
sino para agarrar mi barbilla, obligándome
sucedió lo
bofe
ando cada susurro. El escozor en mi mejilla fue agudo, inmedi
ivo y horroriza
una mano encima a Jimena de nuevo, me encargaré personalmente de que H
había sido trazada. Y en sus