Sofía T
e cristal que brillaban como constelaciones en lo alto. Se suponía que era una celebración de mi futuro, un reconocimiento form
en su rostro. Ella llevaba un vestido que era un poco demasiado ajustado, y las tenues marcas moradas en su cue
era claro: Leonardo Garza podía tener a su prometida y a su amante en
con el corazón latiendo con una mezcla de esperanza y humillación, las lágrimas picando en mis oj
que de hielo. No sentía nada má
iendo pucheros junto a la entrada. Sus ojos, del color del whisky oscu
solía hacer que mis rodillas temblaran-. ¿Lista para hacerlo oficial?
quedó suspendida en e
-se quejó Jimena desde el otro lado d
es de volverse hacia mí, su sonris
clinó más cerca, su colonia, un aroma que ahora asociaba con el miedo y
rada, sus ojos prometiendo venganza. La multitud observaba el drama con un regocijo indi
vergüenza ardiente, la necesidad
e espacio entre nosotros. Tenía la intención de alejar
dedos se cerraron alrededor de mi muñeca com
e crees
ecido, reemplazada por u
ctitud fría se está volviendo aburri
ada, mi expresi
ame, L
rre se
chica patética que solía seguirme como un perrito perdido. So
iré de mi brazo hacia atrás, la fu
, sué
se-. Esto es un trato de negocios. Mi padre necesita tu
a finalidad que silenció los susur
hubiera sido succionado de la habitación. Incluso el cu
onardo. Se extendió a través de su séquito, una
alsa incredulidad-. Mis disculpas, cariño. No me di cuenta de
estalló en
arnicero? ¿El hombre que nuestro padre mantiene encerrado en el departamento de
evo, su voz un s
hombre lo perdió todo. Dicen que no tiene corazón, solo una calculad
jo, una mueca cruel e
amar mi atención? ¿Crees que amenazar con el
ida en el aire, un desafí