s en mi pecho y cuello comenzaron a sanar len
no a visita
evisiones, para ayudar a la en
llorando, o gritando, o amenazando con saltar.
iba, mi propio tel
aje de
e su caldo de pollo especial
de un tazón h
men
noche. Me sostuvo la mano
rmiendo en una silla junto a su ca
ita esta noche para com
casa porque me d
o. Jimena, con la cara inclinada hacia arriba, presionando s
mano de ella deslizá
en piedra, sintió una presión agu
mente borré los men
yo misma del papeleo. Tomé un taxi de re
rta. Emiliano estaba a su lado, con as
iliano antes de que yo pudier
taba entrar
o, lo que significa que es m
etaba, su voz f
hogar de Aurora y mío.
itar, un sonido s
, me lanzaré al tráfico
indefenso
unto a la reja. Sus ojos
Estás
u voz un murmullo
. Solo hasta que le encuentre
na, que ahora me fulminaba
ra tranquila, desprovis
tá
pareció s
¿no te
, una sonrisa amarg
y que me
sa. Solo era una invitada temp
no y entró en la casa
ente -declaró, arrugando la n
r órdenes a
desháganse de él. ¡Y e
de bodas que colgaba en la sala. Era una fo
n dedo afilado-, es lo más fe
aron a Emiliano c
, luego asintió le
lo qu
. Esperaba
pecho. Me di la vuelta sin decir pal
se los pondría fácil. M
con mis cosas. Ropa, libros, mis viejo
, arrastrando la maleta, la
o sonriente rasgado. Mis libros habían sido sacados de los estantes y arrojados en una
con tanto cuidado, mantenido c
momento, solo mir
todo, una sonrisa petulant
habitación-, y tú... todos us
ía terminado c
ente a mí, bloq
e crees
. Vio el polvoriento juego de pinturas al óle
¿Estás tratando de presumir lo tale
lencio era un muro
pasar,
té ro
e contorsio
dita
y lo lanzó hacia mi cabeza. Retrocedí, esquivando el gol
, perdiendo el equilib
en mi pecho y e
lo alto de la
Aurora! -gritó, su
o un impacto agudo y violento mientr
montón en la parte inferior, mi cabeza golpean
e caliente enredando mi cabel
onó, una serie de
se volvi
iliano, entrando corriendo por la puerta prin