os ojos cerrados y conteniendo la respiración. Presté atención
puños con fuerza, sintiendo
su presencia a mi lado. La delataban su respi
Evans",
ví ni re
bro. Por suerte, estaba preparada
ted profun
cada palabra con una claridad escalofriante.
ndí que Kalani era la c
y punzante en el cuero cabelludo. Inhalé bruscamente, un acto reflejo, y estuve a punto de gritar por la sorpre
agravio, resentimiento y conmoción
, tratándola como a una hermana. Y, sin emb
bía estado sintiendo últimamente. La punzada solía desvanecerse en
a me infligía. Ahora la intensidad del dolor cobraba sentido; su p
a, decidió abofetearme. "¡Despie
ontrastaba por completo con el ton
ra incapaz de compr
ó de nuevo, supe que d
ntiéndome desolada, con el corazón abrumado por las preguntas. ¿Qué había pasado? ¿Cómo era posible
n su dulzura habitual. "Señora Evans, de
e giré lentamente y, con los ojos anegados
ló por un instante. "¿Durmió bien, señora Evans?", preg
incomodidad: la forma en que tragó saliva y cómo finalmente desvió la mirada. Entonces, fingiendo tristeza, suspiré pr
o piense demasiado. Cualquiera se enferma alguna vez. Su cuerpo ha pasado po
Me paso los días durmiendo y tomando medicina
gradecerme, señora
una pausa como si eligiera las palabras. "Cuando uno se enferma, la debilidad es normal
cama, sin apartar la vista de la puerta. Llevé instintivamente la mano al punto d
ancha de sangre roja y brill
pié en la
cina. Me ofreció el tazón. "La temperatu
la mano al punto donde me había clavado la aguja. Luego, alcé la vista hac