apoyé la espalda en el cabecero. Era la hora de mi medicina y sabía que
antes de regalarme una sonrisa amable. "¡Señora Evans, qué bien se
risa mientras
ió los hombros con un abrigo. "Abrí la ventana
"Tengo un poc
esayuno de inmediato. Hacía mucho que n
ia sonrisa. "¡Espere un mome
olores, incluso a los más sutiles. Era mi perfume predilecto, una fragancia que había adoptado como mía solo porque a
. Sentí que el a
de una mujer cuyo esposo había conspirado con su amante
rriar. Alcé la vista por instinto y
entana lo bañaba por completo. Se veía tan amable y encantador. Aun así, sus palabras de la noche anterior re
hoy. Kalani me dijo que t
noche y tomó mi mano. El calor de
en voz baja: "¿Qué te apetece c
rio. No voy a
gida preocupación: "¿A qué hora llegaste a
í que he estado ocupadísimo. Cuando volví, Kalani me dijo que acababas de tomar la medicina, por eso le pregunté. D
explicación era coherente. Como cada año por estas fechas, se volcaba en el trabajo
ni. Ella estaba de
á muy caliente, la temperatura es perfecta", dijo.
l tono coqueto: "¿Para qué? Siento que no me hace efecto, por más q
ue dijiste que tenías hambre? Antier, Jorge cambió parte de la medicación y parece que está funcionando. ¡No te rin
Si tomaba la medicina, me quedaría dormida y no
refugié en su abrazo mientras bu
y me acercó el tazón a los labios. "Amor, confía en
ró de mí. Sentí que
añadientes, tomé el tazón
a tomaba, me quedaría dorm
sus ojos era evidente. Parecía el esposo perfecto. No obstante,
por su mirada amorosa. Pero ahora, su son
enestar, sino que su único prop
s. Quería protestar, pero temía alertar al culpable.