en orfanatos. Mis padres me adoraban, mi esposo me idolatraba, y la mujer que intentó arruinar mi
de la ciudad, acompañado por Kiera. Así me enteré que ella no estaba encerrada en ningún hospital psiquiátrico. De hecho, lucía radiante, riendo al lado de mi es
de diversiones en mi cumpleaños, porque ya le había prometido a su hijo, qu
alquier cosa que le dijéramos", declaró Ivan, con una cruel
osos que en realidad financiaban esa vida secreta, no era más que una farsa que ellos ha
e, que aún seguía con su verdadera familia. Decía: "Apena
una huérfana patética y agradecida a la que podían controlar,
ítu
an laxo", se quejó Debi Frost, sacudiendo la cabeza mientras rev
o cinco años, para mí todavía se sentía como una h
ue la chica a las que tus padres acogieron y colmaron de afecto durante años, incluso antes de encontrarte.
o mi lugar. Cuando yo, la verdadera heredera Donovan, fui encontrada y regresé a casa, no pude vivir un reencuentro de cuento de hadas,
e me había aferrado durante media década. "Mis padres se sintieron responsable, así que la enviaron a la mejor clíni
reunido con la acaudalada familia que me había perdido cuando era niña. Tenía padres amorosos y un esposo guapo y exitoso. Estaba a salvo y me sentía amada. Los
de diversiones. Aunque sea por un solo día, quiero sentirme como niña otra vez", le confesé a mi amiga. Luego agregué: "Ya v
ibró sobre la mesa. Parecía que había invocado a mi marido, pues su nombre i
Estaremos hasta el cuello las próximas semanas. No l
su mano sobre la mesa y con una expresión de aliento, me dijo: "Oye, ve a verlo. Entra a su oficin
eluciente vestíbulo de Biomédica Hughes, sosteniendo dos vasos con su café favorito. El guardia de seguridad del vestíbul
ughes, pero el señor Hughes tiene una
de ocultar mi decepción
zona poniente", contestó ella, revisand
con más fuerza de la debida. Terminé en una galería de arte elegante de la que nunca había oído hablar. El letrero decía "Galería R
vi a él, a mi esposo, Ivan. No llevaba traje, sino ropa casual, y sonreía relajadamente, algo que no lo había visto hacer en años. Además, carg
Kiera Reese. No había caído en desgracia ni estaba internada en una clínica psiquiátrica. Se ve
r a Ivan en la mejilla. Él giró la cabeza y le devolvió el beso en los labios, repi
edí a trompicones hacia las sombras de una estatua, temblando de pies a cabeza. Me acer
que me llevarías a la feria pa
durante un día entero", respondió Ivan, en un tono cálido y con un afe
. Finalmente lo entendí todo. Mi marido no había rechazado mi deseo de cumpleaños por
reguntó Kiera, cambiando ligeramente de tono. "Cin
ue me dejó sin aliento. "Está tan agradecida de tener una familia
e magistral de falsa compasión. "Seguramente
nuestro único heredero. Cuando sea el momento adecuado, le diré que tengo
ontra su pecho, son
liar que se suponía que era mía. En ese momento, toda mi realidad, los padres amorosos, el esposo devoto, la seguridad que creí haber encontrado finalmente después de pasar mi infancia en
, temblando con tanta fuerza que apenas pude girar la llave. De
oy exhausto. Te extraño. nos
ba al lado de su otra familia, fue el golpe final.
ue ellos no podían controlar. El dolor que sentía era tan fuerte que me comprimía el
ica... Pero estaban a punto de des