na furia fría y justiciera. Veía mis apegos no como parte de mi identidad, sin
e las paredes, mis libros de moda de los est
Tomó la pequeña foto enmarcada de
ción. Rompió el marco contra la repisa de la chimene
pensamientos privados, mis sueños, mi dolor
as senti
o. Vi mi vida conv
susurro muerto. "¿Todo este tiempo, sabías
ón. El silencio fue su confesión. Lo sabía. Simplemente
único que pensé q
ordenó. "Va
de mis padres en una pequeña urna de bronce. Era mi última conexión
que iba
illas fren
las lágrimas corriendo por mi rost
o, tratando de proteger
por uno. Su fuerza era
alo, K
uebrándose. "Haré lo que digas.
us ojos, una sombra del hombre que pensé que amaba. Luego desapa
egó al encargado de la instalación
las", ord
vulsionándose con soll
estéril como el mármol a nuestro alrededor. "
órdenes, llevó la urna a
Me arrastré hacia adelante, tratando de atrapar el polvo, los últi
cerraron en e
se volv
do, con una bandeja de comida en su regazo. Era la rut
e",
la ca
de impaciencia en su voz. "Hice lo que era
avenosa en el brazo, bombeando nutrientes directament
liar de los Burke. Su madre, Carolina, una mujer formi
dijo, su voz afilada. "¿Cuándo l
iera responder,
ner hijos", di
olina se elevaron. "No seas ridículo, Cé
excusa perfecta, la que siempre usaba. "Un emb
endo a mí. Estaba protegiendo el corazón de Fabiola. No quería un
isa amarga toc
de César. Una crisis en su empresa e
, los fríos ojos de Ca
me", o
queño y austeramente amu
ero. "Dime la verdad. ¿Eres tú l
ilia que me había destruido sistemáticamente. Por primera
ranquila pero clara.
se oscurec
Burke. Cumplir
rectamente
N
silenciosa. Me iba a ir. Pronto. N