una silla junto a mi cama, con la cabeza ladeada. Parecía agotado, sus rasgos usualmente perfectos sombreado

tendió la mano y tocó mi frente

, dijo, su voz ás

esión suavizándose e

esta. Solo deja en paz a Karla. Lo que sea que qu

agresora. Pensaba que mi dol

a discutir. Demasiado vacía.

harada, como si fuera una inválida. Me leyó aburridas revistas financieras. Las enfermeras arrullaban sobre su devoción. Yo sabía que todo

yudó a vestirme, sus dedos demorán

agradable", dijo. "Pa

crueldad, sino por lo desa

ba con cada paso. Sentía como si estuviera

na sonrisa triunfante en el rostro. Su b

e caridad esta noche?", pregu

eño. "Kenia nec

e quejó. "Es el evento má

ón cansada en su rostro. Era débil cuando se t

Kenia vien

a agua, comprándome un brazalete de diamantes que no quería y un cuadro que no me gustaba. M

salió a subasta que

re. Se había vendido con el resto de sus bienes después de su muerte para pagar

mí. Me incliné hacia adelante,

io en mí al instan

incapaz

o vaciló. Estaba decidido a conseguirlo para mí, un gran gesto para demo

risa de autosatisfacción en sus lab

rla apareci

sus ojos grandes e inocentes. "¿Me l

rostro suplicante de Ka

ento en mi estómago. Sabía lo que elegirí

a caja de terciopelo y

puesto"

e físico. Sentí que el aire s

e. "Es solo un collar, Kenia. Te c

a. Nunca e

ando con victoria. Me lanzó una mirada triunfante y compasiva. Lue

ro de mí

nté y l

lando. "Ese relicario... era de mi ma

burlón. "¿Pagarme? No ti

hó el re

uizás vert

al aire. Brilló bajo las luces por un momento an

ué. Trepé por la balaustr

Busqué frenéticamente en el fondo de la fuente, m

ENI

aba en el agua conmigo, su rostro una máscara de furia incandescente.

de furia. "¡Podrías haber cogido una neumonía! ¡

cé, goteando y tembla

nia! ¡Tu salud es

a fuente. Un minuto después, uno de e

rebató de la m

elevándose con alivio

en la palma de su mano,

son peligrosos", dijo, su voz baja

es, cerr

crujido

re era un trozo de plata destrozado y

a. Intenté abalanzarme sobre él, para salvar

tranquila mientras dejaba caer el relicario arruinado de nuevo en el agu