a dibujándose en sus labios. Le quitó la foto de l
s bueno con los planos y los
equeña forma enroscada. El parpadeo de una vida. Miró de la foto a ella, su boca
acia la sala y se sentó en el sofá, de espald
s. Podía sentir un muro entre ell
o al sofá, tratando de encontrar su mirada-. Lo siento.
su toque una sú
nto, la puerta pr
caros abrigos de cachemira de Carlos.
verlos, sus ojos captando la escena. Su sonrisa se desva
na actuación perf
ntre la mujer que amaba y la mujer
soy una carga. Es solo que... si mi esposo todavía estuviera aquí...
lor. Miró a Alejandra, su expresión
Puedes... esperarme aquí? La lle
n blanco. -Está bien -dijo. Su voz era tra
ualquier griterío. Dudó, sintiend
prometo -dijo, como si
la cabeza y se cubrió con una m
ila, alejándose. La puerta principal se ce
ñicos. Una ola de agonía, aguda y feroz, le desgarró el abdomen
yuda, pero tenía la garganta apretada. El único
ar
de Camila mientras subían al auto.
ó despierto toda la noche, abrazándola, preparándole té. Ese hombre se había ido. Su amor, s
anto físico como emocional, era demasiado. Su
a en un espacio
nto a su cama, su rostro grabado con preo
dando su voz-. Me asustaste. Debes haber cog
riado. Él pensaba qu
-dijo Alejandra, su voz plana-.
-Le apretó la mano-. Pero es contigo con quien quiero construir un futuro. Deberíamos emp
se convirtió en ácido. Un bebé. Quería un bebé c
o, apartando la man
e besó la frente. El contacto de sus labios en su piel se sintió como una marc
epasando cada mentira, cada traición. Pensó en su
habitación, se levantó y salió al aire frío de
a la alberca, una silu
para volver a entrar, pero
sp
endentemente rápidos para una mujer muy e
qué hablar -dijo Ale
n susurro conspirador-. Carlos te ama. Lo sé. Pero tiene
e te vayas. Solo te pido que aceptes tu lugar. Sé su amante.
d sociopática. Pensó en su propio bebé, el que nunca nacería. Pe
z se apoderó de ella. Era l
dra, su voz uniforme-. El
sospecha en sus ojos. No conf
lo veas así -dijo
, Camila dio un paso más cerca. Agarró el brazo
qué no puedo permitir que
jó su cuerpo flácido, desequilibrando a Alejandra. Tropezó hacia adelante, su ot
rlos, ayúdam