cuando llegaba a las puertas girato
ora. Este es un
ropero, su expresión impasibl
nando del Valle es mi e
iento, pero no se movió. "El señor del Valle se está prepar
oz elevándose con desesperación. "Se está
a se tensó. "Tengo m
es? ¿De
ía
maternidad color crema que no hacía nada por ocultar su vientre hinchado. Me miró de arriba abajo, una evaluació
falsa dulzura. "Pensé que estarías escondida e
que Fernando me había regalado en nuestro pr
do", dije, ignorando s
la rabia y el miedo. Por Leo, tenía que est
me caro. "Está a punto de anunciar su regreso triunfal. La falsa banca
amente. Yo era
a en mi boca. "Leo está enfermo. Necesita una operación. C
stín para ella. Sus ojos
ectora sobre su vientre. "Es mucho dinero. Fernando lo
ísico. Heredero sano. Como si
tro de Leo, pálido y luchando por respirar, estaba grabado en mi mente. "Firmaré los papeles de
o. Un sonido
lo yo pudiera oírla. "Todo esto... que perdieras tu penthouse, tu din
eran frío
a verte arrastrarte. ¿Y Fernan
o?", susurré, la última pizca
"Y sabe que estás aquí. De hecho, él fue quie
aba aquí, mendigando por la vida de nuestro hijo, y
atónito. "Eres un ama de casa acabada con un hijo roto. Eres
dor de servicio. Sácala por la parte de atrás
ezó a arrastrarme, pasando junto a los reporteros y las pancartas que cele