entos de identidad están siendo procesados. Tiempo estimado de finalización: 4-6 semanas.* Una ola de alivio, tan potente q
y los restaurantes con estrellas Michelin. Este sería su París. Un pequeño apartamento en Le Marais, una vida tranq
icando quince años de recuerdos compartidos. Escondido en una caja de terciopelo en el fondo de su armario hab
con los ojos sinceros-. Representa el futuro d
rías y brillantes. No eran un símbolo de un futuro; eran el preci
a y lo donó de forma anónima. El formulario de li
os sonrientes y fraudulentos. Los tontos recuerdos de sus primeros y más
cómo sus rostros, capturados en momentos de felicidad fingida, se enroscaban, se ennegrecían y se
rareando una melodía que ella no reconoció. Notó el espacio vac
Sofi? -preguntó, con el ceñ
evo -mintió ella suavement
perfume floral y tenue que no era el de ella. Vio un solo cabello largo y oscuro en el cuello de su abrigo de cachemira. La evidencia es
ndo su cintura con el brazo-. Una fiesta. Por tu cumpleaños,
sola. Esta fiesta no era para ella. Era para él. Una actuación para su
o -dijo ella, su voz
mujeres. Se sentía como una observadora en su propia ejecución. El penthouse estaba lleno de flores, el champán f
nces l
ciendo perdida y fuera de lugar con un vibrante
mayor goteando diamant
jo la mujer, con los ojos fijos en Camila-. ¡
jando a Sofía congelada. Pensaban que Camila era ella. El reemplazo era
omo un escudo, con los ojos muy abiertos y moviéndose por la habita
acercó a ella. Colocó una mano protectora en la parte baja de su espalda, susu
s se sentían pesados, como si est
baja y uniforme-. ¿Qué
o se recuperó rápidamente.
la como es debido. Pensé que, como lleva a nue
tud que había comenzado
s una querida amiga de la familia que amablemente se ha ofrecido a ayudarnos a Sof
ja de poder. Era la benévola hermana mayor, aceptando graciosamente a esta mujer más joven y fértil e
presentándola a sus poderosos amigos, su mano nunca abandonando su espalda. Sofía los o
o vio apartar un mechón de cabello rebelde detrás de la oreja de Camila,
ias por su "brazo torcido" y cumplidos por la "encanta
atronato del museo, susurraban
una-. ¿Traer a su amante a la f
pasada, en la clínica de fertilidad del Dr. Herrera. Estaban t
clusivo y caro de la ciudad. El que Bernardo habí
nante. Esto no era solo un romance reciente. Era un engaño calculado a largo plazo. Una doble vida vivida a l