ó hasta la puerta, aguda
elves! ¡Solo recuerda, no vuelv
a que hablaba, la chica que se habría sentido aplastada por su desaprobación, ya no existía. Había mu
todavía no. Era la paz tranquila de una decisión finalmente tomada. El es
largo y sinuoso camin
simple mensaje de texto al de
puesto, con ef
gas horas, contribuyendo a proyectos importantes. Mi salario era justo, pero nunca había sido una carga financiera. Me habían proporcionado un
Marcos siempre había insistido en llevarme. No tenía un d
pirando el aire fresco, y lue
ado, me conecté a mi laptop. Repasé mis fotos, borrando cada imagen mía con Marcos o David. Las caras s
ado por mi vigésimo primer cumpleaños. Estaba colgado en el armario de la mansión. Sofía probablemente lo lle
a habitación vacía. No el diner
mensaje de Marcos. No era
el observatorio en el extremo
dio un dolo
asado innumerables noches allí, solo los dos, mirando las constelaciones. Me enseñó sus n
a oscuridad-, esa estrella siempre estará ahí. Igual que yo sie
s brazos, en nuestro lugar. Se estaban be
n le encantan
mío. Todo lo que pensé que era una promesa era solo un marcador de posición. Cada recuerdo especial er
sentí vacía. La última chispa de esperanza, la pequeña y estúpida parte de mí que
les había dedicado no significaban nada. Era un costo
El pasado era u
e empezar