todo mi mundo. Todos decían que yo era la chica más afortunada del mundo, atrapada e
rieron en mi cara. Dijeron que nuestras do
le propusieron matrimonio públicamen
r ella, lo que me mandó al hospital con una hemorragia estomacal.
pasillo, le dieron mi puesto a Sofía y luego M
orando en el lodo, llamándome un parásito que no sobreviviría ni una se
roto porque David lo había pisado a
des sociales. Era mi mano, junto a la de un hombre
a simple: "Sra. O
ítu
familia se vino abajo, la mejor amiga de mi madre, la señora Garza, me acogió.
años, ellos f
ma, arreglaba mi coche antes de que yo supiera que estaba desco
dolían los costados, planeaba viajes espontáneos a la pl
table de los dos solteros más cotizados de la ciudad. Su favoritismo descarado me convirtió en el bla
euní el valor para decirles lo que más deseaba. Está
on las manos entrelazadas en mi regazo-. Quiero c
ue siguió fue
un informe financiero, ni
era ahora mismo, Olivia. N
teléfono, soltó una
-Finalmente me miró, con una sonrisa burlona que nunca le había visto
uego. Vei
uelo se hubiera ab
e gente, música y risas, pero todo lo que yo sentía era un vacío en
tro de la sala, con las copas en alto. Pensé,
ofía, la hija del ama de llaves, que
n una sinceridad que me había negado la
r, David se adelantó, con una mirada
ate conmi
ro. Le propusieron matrimonio. A ell
do de uno a otro con oj
no sé q
dos! -gritó Davi
el extraño y romántico espectácu
tella de tequila de la barra. Sir
is por ti
o y negó co
eber eso, es de
on en mí. Una sonrisa crue
eberlo por ti.
bató el vaso y me
n brindis por la fel
susurro-. Sabes que tengo el est
mpió Marcos, con tono cortante-. Es u
, con los ojo
ivia? ¿Solo un
esión de la multitud era inmensa. Mis manos temblaban mientras me llevaba el vaso a los la
ómago. Me doblé, jadeando. El vaso se hizo añicos en el suelo
paramédicos me sacaban en la camilla, vi a Marcos y a David de pie juntos. Le t
dramática -oí
amar la atención
con el frío aire de otoño colándose por
implemente te fuiste y dejaste todo este desastre. Le debe
yó por el teléfono,
ulpa! Cree que la odias. Tu pequeña
. Vi el gotero intravenoso conectado a mi brazo. Enfermedad falsa.
arqué ot
e, con la
iño, ¿qué pas
trabajando incansablemente, reconstruyendo el negocio de nuestra familia desde las cenizas, todo por mí. Fue ella quien había asegura
a doloroso latido de mi corazón-, ya he tomado
a al otro lad
cariño? No tie
Garza, yo solo era una diversión pasajera. Una costumbre c
n el alta. Pero entonces apareció una nueva publica
necesita palabras. Solo las viejas inútiles
el vestido hecho a medida y los zapatos de cristal que Marcos y David habían encargado
abitación. Mi v
y su perfil sin
í a llamar
rio. Quiero tener mi
go era grave. Me había advertido que el estrés y la lesión habían debilitado mi cuerpo
firme y de apoyo-. Respeto tu decisión. H
vadió. Por fin me estab