ya comenzaba a oscurecer, tiñendo el pueblo con tonos azulados y grises. En el horizonte, nubes pesadas anunciab
o encapotado. Era el nombre que había flotado como veneno sus
dia familiar. Sabía que vivía apartado, en una casa cerca del lago. Y sabía, también, q
el breve cruce de miradas que
o un coche estacionado al frente. Un hombre mayor, de rostro e
to rural -. Soy Hobbs. El muchacho del mercado me
ir, señor Hobbs. Pensé que tendría
caminaba hacia un
o. Su tía mantenía todo en orden, pero después
o del terreno. Hobbs abrió el pequeño armario de madera donde est
el viento... o simplemente el paso del tiempo
rpadearon y se encendieron. La vieja lámpara del techo s
ra debería f
onrió con
ad. Esto... facili
iló antes de guarda
pero muy respetada por aquí. La mayoría de la gente no l
arqueó u
ómo
r, como si la ca
ertos lugares guardan recuerdos. Qu
n los ruidos nocturnos. En el perfume que
ted cre
ó de lado,
tendemos. Y que el silencio, a
ó al coche. Eleanor se quedó allí, parada en el umbral,
uces de la planta baja, puso música instrumental suave en un altavoz portátil, preparó una sopa caliente.
de los libros antiguos de su tía. Cada página parecía
trueno lejano hizo vibrar los cristales de las ventanas. C
fi
o a la cerc
ía. I
o ver mejor a través de la llovizna que empezaba a caer. La si
rpadeó... ya n
asta la puerta pr
la lluvia, las hojas bail
irle por la espalda. Cer
asa empezaba a jugar con ella. O si,
re resonaba como una nota
Raven