o en el escenario, vistiendo mi diseño, mientras la gente la aclamaba como la nueva leyenda del flamenco. Yo, Sofía, yací
dió, mi espíritu se quebró, y el mundo se desvaneció con
aca, el boceto de mi vestido intacto sobre la mesa. No sabía cómo ni por qué, pero había
. Recordé cada detalle de su falsedad, sus palabras venenosas, la manipulación de mi fami
vez, no serí
aldad que la sorprendió. "No me llames prima" , dije. "Sé lo que intentas hacer. Sé que quieres mi diseño. Eres una ladrona, u