eran la espalda, fui a buscar a Javier, desesperada, buscando un último refugio. Lo encontré saliendo de un restaurante de lujo. No estaba solo. Estaba con Isabella. Se reían, y él le acomodó un mec
, con Isabella aferrada a su brazo, mirándome con una sonris
, y toda la humillación y el dolor de esa vida
ajada que heló a todos en la habitación. "
nido de la bofetada resonó en el silencio tenso. La mejilla de Javie
que un arribista. Te acercaste a mí por el prestigio de mi familia, por mi talento. Pero en el
a, sin palabras. Isabella gritó, c
atreves a
y me enfoqué en el
hacia mi prima, "has come
d de bailarinas que se
bía ignorado en mi vida anterior. "Artículo 7, sección B: 'Cualquier acto de plagio, robo de propiedad intelectual o sabotaje en contra de otro miembro
ió la sala. Las reglas de la fa
fija en ella. "Es un intento de fraude. Es un insulto a la academia, a nuestros
asunto oficial, casi legal. Las bailarinas que antes sentían lástima por Isabella ahora la miraban con desd
dose del shock, i
ridículo. Es so
e para la beca internacional. Esta beca era mi futuro. Ella no
e temblaba, ya no de pena f
vas a confesar tu crimen y vas a aceptar tu castigo. O lo har
rla fuera del camerino. Estaba decidida
al me empujó hacia atrás. Choqué contra la mesa de maquillaj
puso entre Isabella y yo. Una voz gra
A! ¡YA
. El hombre que siempre la había consentido, que siempre me había
sostenía un lá