da una vida e
imo centavo para rescatar a mi Mateo de la
daron a sus padres enfermos, soporta
odo por su "carrera", para que él, el gran
i mundo se
otra mujer, Camila, su "amor de la juventud"
dijo, sin rastro de culp
¿Que la
sa de las empleadas, la furia de Mateo.
No eres una princesa, pero act
té del abismo, el que ahora volvía a
ndo gente", sentenci
s de su madre a Camila: "Cuídate por el bien de m
Era obvio. Me habían
ían que er
estaban
l bajo mis rodillas, el
ro no sin él.
ía que mi hijo nacier
qué me haces esto?", grité, sintiendo el pánico helado qu
ada! ¡Mateo, es
sprecio, y la
tres días y
puerta, mis ojos
a te vas a inv
palab
allí, mis ojos po
que soy para ti, Mateo.
e podrido por dentr
espués, salí
, como siempre, pero es
"¿La tonta que te rescató de la miseria? ¿O la enfe
todo lo que hice, fue p
como tú...
su número. Y n