e fuerza. Me arrodillé en el suelo de la
es. Es una trampa. Todo cambiará s
evantó suavemente. Acarici
nemos que escuchar para entender, para poder a
on mi sentencia. Creyeron que saber la verdad les daría el po
"Habla, María. ¿Cuál es ese gran secr
ada, viendo cómo mi última esperanza se preparaba para morir. Mi madre
oír nada
respirar con dificultad. Sus manos, que momentos antes me defendían, comenz
rostro. La mano que me había acariciado con tanto cariño se aferró al brazo de m
derezó, la transforma
an de amor y protección. Eran las mismas miradas que había visto
pero no para abrazarme. Me tomó del brazo con una f
dijo, su voz era
vecinos que se habían asomado por e
e, la voz de autoridad. "Un problema familiar, y
rró la puerta. Cuando se giró, su cara era la
dre estaban ahí, mirándome como si f
Me miró de arriba abajo,
ncio de la habitación. Dolió más que todos los golpes de mi madre
o puro. "Tu madre tiene razón. Quizás
or mi abuela, que ni siquiera me miró. Mi m
abierto en mi pecho. Me habían abandonado. Todos. El secreto los había conve
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