había dicho por teléfono que actuara con normalidad hasta que ella pudiera intervenir
pa de cama, sino una fragancia dulce y empalagosa. Sobre la mesita de noche, junto a la cama que nunca había compartido con su
fidelidad estaba ahí,
n su rostro. Era una sonrisa que nunca le había dir
lsamente amable. "Qué bueno que ll
a vez albergaron. Ahora solo veía al monstruo que se
us sorpresas
or su habitual frialdad. Se acercó a el
untando. Esta noc
fuerza de su agarre era brutal. Con un movimiento rápido, rasgó el s
ces!" gritó ella, i
s y le arrojó una delg
algas de aquí hasta
e mármol. El pánico comenzó a apoderarse de ella. Se acercó a
lta sociedad, amigas de Regina, estaban sentadas con copas de champán. Una de ellas sostenía un par d
viento. "Es como un animalito asustado en una jaula.
la exhibían como un trofeo antes del evento. Er
ncón del frío suelo de mármol, abrazándose a sí misma. Las voces de Alejandro
cuenta?" era la voz de
mi esposa. Es mi propiedad. Y esta noche, su virginidad hará que to
fía, un recordatorio brutal de su posición. Era un objeto, una mercancía cuyo único valo
e giró en la cerradura. Alejandro entró, su rost
, Sofía? Par
tan cruel que ella solo pudo
gas. Puedes seguir el progreso de la subasta. Ya superó
temblorosos, actualizó la página de la subasta. El número en la pantalla confirmaba las
do tenía un precio, y la élite de Méx