Alejandro. Su sonrisa de anfitrión se tensó, y s
él, su voz un silbido venenoso apenas aud
ndo su mirada firme a pesar del miedo que le recorría las venas. "¿Cu
rero que pasaba. El camarero le ofreció una copa de l
Alejandro. "Te cal
ió un sorbo. El sabor era ligeramente amargo, pero lo atribuyó al limón. C
a se sentía ligera, y la habitación comenzó a girar suavemente. Las voces a su alrededor se convi
una columna, luchando por enfocar la vista. A través de la neblina que nublab
Estás seguro de que quieres seguir con es
ro con frialdad. "Un poco dócil. F
ser vendida. Con un último esfuerzo de voluntad, se tambaleó hacia Alejandro,
icó, su voz apenas un susurr
pieza del corazón de Sofía. Delante de ella, delante de todos, Alejandro inclinó la cabeza y besó
y luego estallaron en aplausos y vítores. La
tidos de seguridad, se acercaron y la tomaron de los brazos. La arrastraron a través d
vanecía. Vio, como en un sueño borroso, cómo le quitaban el vestido. El
en su empaque. La caja se cerró con un clic metálico. Estaba atrapada, expuesta, completamente vulner
os! El lote principal de la noche. ¡La joya de los V
volar. "¡Seis millones!"
tragara. Las lágrimas corrían por sus mejillas mi
poderosa y autorit
AST
scenario se giraron, confundidos. En la entrada del salón, flanqueada por dos hombres de
aspecto desagradable había ganado la puja. "¡Diez millones d
a, lamiéndose los labios, mientras lo
a naturaleza, su mirada fija en su nieto. Alejandro se hab
Alejandro?" tronó Doña Elena, su voz re
to estaba a pun