l a su palabra, Ricardo tr
, la casa en la que vivíamos, los dos autos de lu
maleta y la ropa
o papel, me miró con
Siempre has sido así, dócil y comp
do de cumplido. Él no me veía, solo v
ndo empresarial. Yo había sido su ancla, su socia silenciosa, la que m
ue una chica de su clase le coqueteaba descaradamente
cardo me hizo
te enojas? ¿N
le dije: "Co
si llorando. "Sofía, eres la única. Si al
pánico ante la
casa de un amigo a pasar la noche. No pude dorm
lve. No puedo
minutos, me abrazó y me dijo
vanecido. O, mejor dicho, la suya
ijo una vez. "Siempre tranquila, si
el gato más dócil, si lo acorralan, sabe arañar. Y