sión. Noches sin dormir, deudas, sacrificio
me organizó la boda más especta
aró frente a todos nuestros amigos
palabras las usab
o, coincidimos en la oficina. Él est
n voz alta, para que todos escucharan. Luego, mirándome directamente, añadió: "Re
a mí y para el resto del pers
, una sonrisa tí
rdo me ha hablado mucho de usted.
eran pura mie
iferencia. El dolor se había transformado en
istante. "Ya no tienes ninguna obligación
poco decepcionado. Quería mantener
migos, Sofía. Después de
honestamente, ya no tienes nada que
trajo. Renata pa
nata con una sonrisa vacía. "No tengo la costumbre
La cara de Ricardo pasó del rojo a
uelta, tomé las llaves de mi Mercedes
a casa
ectamente a
esperaba con
Romero. Tiene ocho