egida de la familia. Yo, Elena "Nena" Castillo, la verdadera heredera de este imperio textil, observaba desde un rincón, invisible como sie
todo. Sopló las velas de un pastel exageradamente grande y todos aplaud
tan sola? ¿No te
da", dije, con una sequ
a a mi lado, soltó un grito agudo, tropezó y el líquido helado se derramó s
or qué hic
lavaron en mí. Mateo fue el primero en c
n, Bren? ¿T
con un dedo tembloroso. "Solo quería ser
los "amigos" de la familia, los mismos que sonreían a m
su rostro una máscar
pate con Brend
era así conmigo. Exigencias,
mi voz sorprendentemente f
pie. "¡Todos vimos cómo la mirabas! ¡Est
da, dándole palmaditas en la espal
no fue su intención", dijo con una dulzura venenosa. "Pero
ga escapó de mis labios. "Pídele una disculpa. Ahora
ilo de sumisión que me ataba a este circo. Me enderecé,
ulparme por al
a mi padre, lueg
este imperio, como si f
da se apoderó
lencio repentino. "La verdadera dueña de Textiles Castillo, de est
i padre perdió
olo un empleado. Un gerente general con un sueldo gene
rdo se tensó. Sofía
Mateo, quien me mi
res hijo biológico de mi madre. Ella te crió, sí, pero no llevas su
imera victoria. Se quedó sin palabras,
otros, el escándalo era mucho
el brazo, su mano co
. Estás diciend
"Sabes que es la verdad. Y estoy cans
a mí, sus lágrimas se habían secado
usurró, su voz llena de veneno. "Vo
toda la noche, sonreí genuinam
talo,