puerta, su rostro estaba desfigurado por una
der, su mano abierta se estrelló contra mi mejilla, el go
o más agudo fue el desp
ijo! ¡Es tu culpa! ¡Tú y tu estú
coro de acusaciones, se rasgaba las
el dinero! ¡Se han llevado los ahorros de m
a puerta empezaron a murmurar, sus voces
cruz le ha tocad
e veía rara,
go que ver, para que
a hinchada y los miré a todos, uno por uno, mi mira
tan serena, se e
seguir casado con una mujer que pierde a mi hijo y nos deja en la
, que llorara, que me arr
iré directamente a los ojos, mi
bien,
ivorci
raron, sorprendidos por mi rápida aceptación, Jorge
, tarta
. "Y en cuanto a tu hijo... tú sabes muy bien
nstante, el pánico apareció en sus ojos
dó sin palabras, mirándome
postura. "¿A dónde irás? ¿Quién te va a querer? Terminarás sola
ndome la vuelta para entrar en mi cuarto y rec
tenían idea de que su pequeño drama era solo el prólogo de mi n