a puerta estaba abierta. Mi corazó
s cruzados. Llevaba una de mis batas de baño.
on una fu
demonios
to debajo de su mandíbula, había una marca roja y vio
y un eco fantasmal de dolor, me recorrió. E
teléfono?" , insistió, ponién
atando de parecer indife
r la intensidad de su noche con Ricardo. Inten
endo mi ropa arrugada del día anterior. Una s
¿Así que todo
undida. "¿De
o. Desaparecer toda la noche. Todo fue un juego para hacerte la interes
ble que yo simplemente ya no la quisiera. Tenía que
dije, mi voz sonaba cansada. Pasé
e claro, tu jueguito no funcionó. De hecho, me hiciste un favo
gurándose de que la
amos a
tro de duda en sus ojos. No había nada. S
lo dije en serio. "Esper
colocó por completo.
Qué
on más firmeza. "Te lo merece
repente mi piel quemara. Me es
tuar. Sé que me amas. Has estado enamor
segura entre nosotras. Respiré hondo.
i anoche, la mujer que está dispuesta a casarse con un hombre como Ricardo solo
a estocada final, la verdad más
ustas, Elena
dulidad en su rostro era casi cómica. Parecía un ni
ró, pero su voz ca
n diez años, estoy siendo completamente honesta contigo. Q
la puerta detrás de mí. Me apoyé en la madera, y po
en la sala. Luego, la puerta
abía
alcanzándome. Había sobrevivido a la primera prueba